Christian Felber: “El PIB debería sustituirse por el Producto del Bien Común”
La crisis económica de los últimos años ha originado la aparición de modelos alternativos que se asientan en valores como la dignidad humana, la solidaridad, la sostenibilidad ecológica, la cooperación, la justicia social y la democracia. Uno de lo que ha cautivado a más personas en todo el mundo es el de la Economía del Bien Común, un modelo alternativo de economía de mercado ético que impulsó hace tan solo cinco años el joven austríaco Christian Felber. Es una persona polifacética que ha estudiado Filología Hispánica, Psicología, Sociología, Ciencias Políticas y, más recientemente, danza contemporánea. Además es autor de best-sellers como Nuevos valores para la economía, Cooperación en vez de competencia o Dinero. De fin a medio.
El dinero es un medio, no un fin
Felber expuso las principales ideas de su modelo económico en la pasada edición de Be Finance Day de EADA. Una de sus primeras reflexiones es que “la crisis actual no es únicamente material, pues es sobre todo una crisis de valores, de pérdida de sentido, de desconexión de la naturaleza, de erosión de la democracia”. En su opinión, “se ha llegado a esta situación porque el sistema capitalista ha confundido el fin con el medio”. Es decir, “en el actual modelo económico la rentabilidad y el beneficio económico es el fin cuando, en realidad, debería ser el medio para garantizar el bien común, el bienestar de toda la población”. Se trata, por tanto, de que la economía sea una herramienta al servicio de la sociedad, no un fin en sí mismo”.
El fin de la economía debe ser el bien común
En este contexto, Felber propone un modelo en el que el PIB –el principal indicador que mide el éxito de la economía hoy en día– se sustituya por el Producto del Bien Común (PBC) o por la Felicidad Nacional Bruta (FNB). “Estos indicadores deberían convertirse en el objetivo supremo de cualquier política económica social”, señaló Felber. De hecho, según dijo, así lo constatan todas las constituciones de los países democráticos, “que especifican que el fin de la economía debe ser el bien común”.
El nuevo rol de las empresas
Para que así sea, Felber plantea varias acciones. La primera es que el éxito de la empresa repercuta en el bienestar de la sociedad. “Es necesario proveer el bien común desde la iniciativa privada de las empresas”. Ya añadió: “No es suficiente con que una organización sea financieramente exitosa. Debe generar empleo de calidad, garantizar un buen ambiente de trabajo, preservar su impacto medioambiental y fortalecer el tejido social y la democracia. Este era el sueño de Adam Smith”.
Es necesario proveer el bien común desde la iniciativa privada de las empresas
Pero, ¿cómo puede saber una empresa si está contribuyendo al bien común? Según Felber, “debe hacer un balance del bien común, es decir, medir toda una serie de valores social y medioambientalmente responsables”. Por ejemplo, evaluar la igualdad de condiciones y oportunidades en la compañía, ver cómo se distribuye la riqueza, cuál es su impacto ecológico o cómo se toman las decisiones estratégicas. Para el ponente, “se trata de medir el rendimiento ético de una empresa en su conjunto, algo que el consumidor valora cada vez más y que debería estar reflejado en el producto”.
Bancos del bien común
Otra de las acciones que sugiere Felber es sustituir los bancos convencionales por los bancos del bien común: “La principal diferencia radica en que estos bancos no podrían participar en una burbuja financiera ni a través de la compra de activos ni de la concesión excesiva de créditos. De esta manera no se aceptaría la libre circulación de capitales en paraísos fiscales y se limitaría la desigualdad en la renta y el patrimonio. Además, sólo se invertiría en proyectos empresariales éticos”.
Por último, defiende “una democracia soberana en la que el pueblo esté por encima de los gobiernos y de los parlamentos y que pueda redactar y modificar la constitución en base al bien común”. Y es que, como manifestó, “ni los gobiernos ni las élites tienen intención alguna de cambiar las cosas, por lo que tiene que ser el pueblo soberano el que lidere este cambio de paradigma”.
No es una utopía
Felber concluyó su ponencia diciendo que lejos de parecer una utopía, su teoría del bien común cada vez tiene más peso en más países. Por ejemplo, en alguna región del norte de Italia ya se están concediendo obras públicas y de infraestructuras a empresas socialmente responsables. En Suiza ya hay una iniciativa popular para realizar una reforma a favor del dinero soberano –dinero libre de deuda–. Y, más recientemente, el 86% de los miembros del comité económico y social de la Unión Europea (UE) ha votado a favor de la inclusión de la economía del bien común en el marco legal de los países de la UE.
En el siguiente video puedes ver algunos de los mejores momentos de la ponencia de Christian Felber en Be Finance Day 2015: