Christian Felber: “Empezamos a ver bancos que cambian el afán de lucro por el bien común”
El profesor de Economía Christian Felber participa en Be Finance Day de EADA para explicar su teoría de la economía del bien común, un modelo alternativo al capitalista que se asienta en valores como dignidad humana, solidaridad, sostenibilidad ecológica, cooperación, justicia social y democracia. De todo ello reflexiona en su primer libro La economía del bien común, título de la conferencia que impartirá en Be Finance Day, pero también en el que acaba de publicar, Dinero. De fin a medio, donde aboga por discutir nuevas reglas de juego para el sistema monetario, mediante procesos participativos y descentralizados. Hablamos con Felber acerca de todas estas cuestiones de máxima actualidad.
¿Cuáles son las claves de la metodología que usted propone en su último libro Dinero, de fin a medio para llevar a cabo el cambio?
Yo apuesto por procesos de participación ciudadana con el fin de redactar y adoptar una parte de la Constitución que regule el sistema monetario. Hay pocos ámbitos de la política en los que los representantes del pueblo soberano tomen tantas decisiones fundamentales diferentes y hasta opuestas a las preferencias y valores del pueblo, lo cual requiere un proceso alternativo de diseño del sistema monetario y financiero. Diversos estudios constatan que el pueblo soberano está en contra de los bancos sistémicos y a favor de obligar a los bancos a orientarse al bien común. Además, este pueblo soberano sólo permitiría créditos para las inversiones reales, no aceptaría la libre circulación de capitales en paraísos fiscales y limitaría la desigualdad en la renta y en el patrimonio.
Usted plantea volver a los orígenes, a la idea del dinero como medio para regular el intercambio entre personas. Convénzame de que esto es posible hoy en día.
El quid de la cuestión es que el éxito económico deja de medirse con indicadores monetarios. Todos deberían saber cuánto dinero hay disponible, aunque esto no determinaría el éxito de la empresa o inversión. En segundo lugar, los inversores no obtendrán un rédito financiero porque este no debe ser el motivo de invertir, sino que debe ser la financiación de empresas y proyectos éticos con sentido. El rédito será otro: sentido, utilidades, valores de verdad y empleo de alta calidad en la propia región.
El rédito financiero no debe ser el principal motivo para invertir, sino la financiación de empresas y los proyectos éticos con sentido
Con todo lo que ha sucedido en España a raíz de las preferentes y de la burbuja inmobiliaria, ¿cree realmente que podemos relacionar ética con entidades financieras?
Si los bancos cambian de rumbo, si no aspiran a beneficios financieros, si no hay dividendos ni intereses para los ahorradores ni bonificaciones para empleados, entonces toda la actividad bancaria se realiza con otro espíritu, con otra misión y con distintos criterios de éxito. Siempre ha habido una banca orientada al bien común y actualmente siguen remanentes de estos modelos del mismo modo que surgen nuevos bancos éticos que vuelven a las raíces de las primeras. La pregunta es siempre la misma: Después de una guerra, ¿pueden los seres humanos ser capaces de ser tiernos y empáticos? Sin duda, somos los mismos, pero deberíamos optar por la paz por ley para desarrollar más fácilmente nuestra sensibilidad, empatía y ternura.
¿Quién debería liderar este cambio radical de las reglas del mercado: los bancos, las empresas o la ciudadanía?
Ya lo están liderando muchos economistas y profesores de economía dejando de vender y promover el capitalismo como ciencia objetiva y promoviendo alternativas como la economía del bien común, en una decisión democrática consciente y racional igual que la decisión por la paz. Así mismo, aumenta el número de consumidores que buscan bancos cooperativos, éticos y cajas de ahorros sin ánimo de lucro. Ya están empezando los primeros bancos cambiando su rumbo del afán de lucro a la orientación al bien común. Y ya estamos viendo los primeros municipios del bien común, así como regiones y gobiernos regionales con la recompensa de empresas que realizan el balance del bien común invitando a la banca ética y boicoteando a la banca capitalista. Por último, cada vez más ciudadanos son más conscientes de que hay que cambiar la Constitución para prohibir las guerras en el mundo la guerra, lo que disminuiría la probabilidad de enviar soldados a cualquier conflicto internacional. Este último paso es sin duda el más poderoso, pero no tiene por qué ser el primero.
Aumenta el número de consumidores que buscan bancos cooperativos, éticos y cajas de ahorros sin ánimo de lucro
Se habla muchas veces del fin del capitalismo, sobre todo, por el hecho de ser insostenible con estos valores que usted defiende. Pero, ¿cree sinceramente que llegará el día en que se ponga fin a este sistema?
Llegó el día del final de la monarquía y de la dictadura en muchos países así como de los derechos desiguales de las personas. Llegó el día en el que ya no era posible negar a las mujeres el acceso a las universidades o a las urnas. Llegó el día en el que se declararon los derechos humanos universales. Y llegará el día en el que las constituciones no solamente definan el bien común como el objetivo supremo de la economía, sino que el orden económico se diseñará de forma democrática terminando el capitalismo y creando una economía enfocada al bien común en todos sus elementos. Los seres humanos hemos alcanzado objetivos más ambiciosos. Dado que ya es una mayoría que apoya este cambio, me parece sólo una cuestión de tiempo su realización.