David Roman, PhD candidate University of Vic
Profesor de Marketing de EADA
Este mes de febrero de 2013, a nivel tecnológico, ha sido en la que los medios de comunicación se han hecho eco de que más de 100 personas en Apple están trabajando en el proyecto iWatch.
El iWatch es, seguramente, la nueva apuesta de Apple para seguir siendo referente en innovación y dar a sus fans otro argumento más para seguir enamorados de la marca y poder convertir en fieles a los que aún no han mordido la manzana de la marca de Cupertino en el paraíso de la tecnología.
Por otro lado, Google, desde hace ya algunos años, está trabajando también en otro dispositivo que puede hacer cambiar la manera en la que vemos el mundo. El proyecto de Google, las Google Glasses, consiste en unas “gafas futuristas” que incorporan funcionalidades de un Smartphone, entre ellas las poco desarrolladas hasta ahora por su poca practicidad de realidad aumentada.
El motivo de este post es hacer una reflexión sobre un término que Jacob Nielsen definió en su libro “Usabilidad, diseño de sitios Web” (Prentice Hall, 2000) y que creo que vale la pena recordar, así como su aplicación al concepto de producto que ofrecen los dos prototipos. ¿Qué prefiere usted, ver el mundo y estar conectado a través de unas gafas o de un reloj? o, hablando en términos marketinianos, ¿qué le aporta más valor al usuario?
Seguro que la usabilidad del iWatch es mayor que la de las nuevas gafas, mucho más integrado en la realidad actual y aportando comodidad al no tener que transportar un Smartphone cada vez de mayor tamaño. Pero su aporte tecnológico sería menor, dando menos “valor” al consumidor. Las Google Glasses, dan mucho más valor en cuanto a permitir utilizar de manera cómoda e innovadora las actuales funcionalidades de los Smartphones y su usabilidad, discutible por la información que genera solapada con la realidad “real” y por cómo cambia la manera en que hacemos las cosas actualmente, puede llegar a ser, con el tiempo y sus funciones valoradas, algo que puede dividir el mundo entre los que las poseen o los que no.
Las funciones de iWatch, menos definidas que las de las gafas de Google, irían en la línea de ser un punto de conexión social online, en la que las se replicarían las funciones del Smartphone. De hecho, con muy poco éxito, Sony lanzó a mediados de 2012 su SmartWatch y, que salvo en el caso que Apple revolucionara, como ha conseguido ya en otras innovaciones de concepto de producto, podría ser una piedra de toque de lo que puede pasar. Aglutinar todas las funcionalidades de un teléfono inteligente en una pantalla de pulsera, en el momento en que los Smartphones cada vez tienen pantallas más grandes parece una quimera o un reto demasiado difícil de conseguir.
Y las gafas que Google en cuanto a usabilidad, ¿cómo pueden sentirse los consumidores con su uso? Parece que su principal funcionalidad sería convertirse en una pantalla transparente que aporta tecnología a nuestra visión del mundo. En el vídeo que se adjunta en el link se ofrecen funcionalidades que revolucionan el día a día, aplicando en una nueva “pantalla” la tecnología que actualmente ya nos sorprende de los dispositivos portátiles inteligentes. Pero, ¿estarán las personas dispuestas a ir con realidad aumentada caminando por la calle, conduciendo con las indicaciones del GPS como si fuera una ventana delante de ti o jugando a los Ungry Birds con el movimiento de los ojos y el cierre de los párpados mientras viaja en el metro?
A nivel personal, creo que las gafas de Google aportan una mayor “revolución” de la que otorga el reloj de Apple, aunque la disruptividad que ocasionaría su uso podría ser incluso peligroso, al tener elementos que distraen y que podrían ser muy peligrosas por lo que en algunas ocasiones se puede llegar a creer que es más un prototipo destinado a posicionar la innovación de Google y quedarse en el laboratorio, sin llegar nunca a la comercialización. Quizá no tendremos que escoger entre uno u otro nuevo dispositivo, sino que podremos llevar los dos. En definitiva, parece que Apple debería estar investigando más unas gafas tecnológicas (un producto así formaría más parte de su ADN innovador) que no un reloj aglutinador de funcionalidades, aunque seguro que más de 100 personas trabajando en un proyecto de este tipo y conociendo la manera de ser de la marca de la manzana, seguro que nos reservan una sorpresa. Lo veremos pronto, espero.
Hago una aportación al post, referenciando el primer producto “Smart Watch” que recuerde. De una empresa italiana: i’m. Un vídeo de presentación de la empresa y del producto i’m Watch se puede ver en esta ubicación y data de noviembre de 2011, momento en el que aseguraban que su producto era innovador y único, características de las que ahora puede presumir Project Glass de Google.
Algunos productos o servicios parecen ser más una invasión que una utilidad. De acuerdo a todos los defectos, la intimidad parecerá ser un bien preciado, algo así como potenciales espías en mi entorno. Ya no basta sólo con ver mapas, uno ve la casa, el jardín, el cuarto, todo y si se lleva a 3d aún peor. Saludos cordiales Gisele López
Me gustan ambas soluciones yo no temo a las tecnologías todo para gustos Lo importante es tenerlo disponible para elegir