Rafael Sambola Sambola Economista, profesor y Director del Master en Dirección Financiera de EADA.
Aunque la futura supervisión de los bancos por parte de la UE servirá para mejorar la confianza en el sector financiero, la situación de los bancos europeos continúa siendo un aspecto crítico para la recuperación económica de la zona euro.
Según el último informe de la OCDE, el sector bancario europeo continúa con una baja capitalización a pesar de la exigencia de la UE de alcanzar un ratio “Core Tier 1” de por lo menos un 9% respecto a los activos ponderados por riesgo.
El problema surge por la manera en que los bancos valoran y subestiman los riesgos futuros de sus activos. Así, por ejemplo, consideran un “riesgo cero” todas aquellas inversiones realizadas en deuda soberana (algo difícil de creer si tomamos en consideración los diferenciales de tipos de interés de cada una de las emisiones).
La OCDE estima que las necesidades de capital de estas entidades pueden ser de aproximadamente 400 mil millones de euros (algo más del 4% del PIB europeo).
Se da la circunstancia que en este informe, España es uno de los países que menos aportaciones debería realizar. Así por ejemplo Francia precisaría según la OCDE capitalizar los balances en un importe próximo al 7,44% del PIB, mientras que Bélgica y Alemania precisarían importes cercanos al 5,95% y 5,55% del PIB, respectivamente. Por tanto es un problema que afecta menos a los países periféricos (como España, Portugal, Italia, a excepción de Grecia) y que impacta de forma más clara en aquellos países con una economía aparentemente más saneada (Francia, Bélgica, Alemania, Holanda y Finlandia).
Gran parte de esta problemática proviene de no querer separar el negocio que surge de la actividad bancaria comercial (propia de una entidad de crédito y con flujos más estable en el tiempo), respecto a la actividad de la banca de inversión (mucho más inestable y causante de la mayoría de los problemas de la banca mundial).
Hasta que esto no suceda, y la unión bancaria no controle el riesgo que asumen las entidades por este tipo de actividad, la credibilidad de las mismas tenderá a ser baja y por tanto difícilmente fluirá el crédito y la recuperación de la economía europea.
Por: Rafael Sambola