Joan Fontserè, director del Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat
Este año académico dará comienzo la primera edición del Master de Alto Rendimiento Directivo (MARD), liderado por EADA y el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Sant Cugat, un referente en alto rendimiento deportivo donde se cursarán tres de los nueve módulos del programa. Su director, Joan Fontserè, nos explica la metodología del nuevo master que, además de trabajar distintas áreas de dirección empresarial, ofrece un programa personalizado de entrenamiento de habilidades de liderazgo.
¿Cómo surgió la idea de esta colaboración entre EADA y el CAR que ha dado como resultado este programa único e innovador?
El acuerdo entre ambas instituciones surgió, en primer lugar, a raíz de las conversaciones con el waterpolista director de Programas de EADA, Jordi Díaz, con quien hablamos acerca de un programa que potenciara las habilidades de liderazgo de perfiles directivos basado en el entrenamiento de alto rendimiento de los deportistas de élite. En segundo lugar, esta colaboración responde al objetivo de poner nuestro modelo formativo al servicio de la sociedad, más allá del terreno deportivo. Gracias a ello, podremos conocer una serie de percepciones sobre el mundo empresarial que después podremos transferir al ámbito deportivo.
Explíquenos, ¿qué pueden aportar ustedes como centro de alto rendimiento deportivo al terreno empresarial?
Los dos ámbitos, el deportivo y el empresarial, se reducen al final a una acción como es la toma de decisiones. Acertar o no en una decisión depende del estado anímico, psicológico y físico de la persona. Por ejemplo, muchos directivos tienen que superar jornadas laborales de 16 horas, viajar continuamente o tratar con personas que tienen diferentes puntos de vista. En el otro terreno, los deportistas deben prepararse prara competiciones internacionales, como son los Juegos Olímpicos. Sin duda, afrontar estos retos en un estado de estrés o de fatiga nos abocaría al fracaso. El entrenamiento físico, el descanso, una alimentación equilibrada y una hidratación adecuada son factores clave para garantizar un estado físico y mental óptimo.
¿Qué otros beneficios pueden obtener los altos directivos que se acojan al nuevo programa?
El otro gran beneficio es el rigor del propio método. Los protocolos de actuación, los estándares de calidad, la definición de los objetivos y las consecuencias de alcanzarlos o no alcanzarlos… Todos estos factores los tenemos muy definidos en el CAR, al contrario de lo que ocurre en el ámbito empresarial, donde a veces no se identifican y donde se actúa de una manera más arbitraria.
Tanto en el ámbito deportivo como en el empresarial hay que tomar decisiones; acertar depende de factores como el estado anímico, psicológico y físico de la persona
¿Qué valor añadido representa para ustedes compartir la titularidad del master con EADA?
EADA es una escuela de negocios de primer nivel a escala mundial en lo que respecta a habilidades empresariales, con lo que el reto que representa el master es una gran oportunidad. Gracias a la accesibilidad de Jordi Díaz hemos hecho posible que las metodologías de ambos centros encajen a la perfección.
¿Qué nivel de compromiso se les exige a los deportistas que forman parte del CAR?
Lo primero que debe tener en cuenta el deportista es que, por mucho que practique una disciplina individual, los buenos resultados son siempre fruto del trabajo en equipo, lo mismo que ocurre en el mundo empresarial. Por ello, el compromiso de cada uno de sus miembros debe ser total, pues si alguno de ellos no está a la altura, el trabajo del resto no servirá de nada.
¿Qué otros valores juegan un papel clave en su modelo formativo?
Todos aquellos valores asociados al deporte, como la persistencia, la tenacidad, el esfuerzo, el sacrificio y el respeto hacia el adversario, que muchas veces es el compañero de entreno y con el que se convive a diario.
¿Qué requisitos debe cumplir un entrenador para sumarse a las filas del centro?
Confiamos en sus habilidades técnicas porque ellos son los mayores conocedores de cada uno de los deportes, por lo que pocas veces cuestionamos sus decisiones técnicas y deportivas. Lo único que les exigimos es que se ciñan a los parámetros establecidos en nuestros programas deportivos y que encajen en la filosofía del centro. El entrenador tiene como misión aportar más valor al modelo formativo del CAR y desde el centro le dotamos de más plataformas para que su deportista llegue lo más lejos posible, que compita en el máximo número posible de campeonatos internacionales.
¿Qué perfil de deportista busca un organismo como el CAR?
El CAR no está orientado a un perfil concreto, sino que pone a disposición de las federaciones su modelo formativo 360º, donde intervienen tanto las instalaciones como los servicios orientados al entrenamiento y a la persona, al deportista.
¿Cuáles son las disciplinas “estrella” del centro?
No me gusta numerarlas porque siempre me olvido de alguna, pero no hay duda de que aquellas que se sumaron desde el principio al proyecto del CAR son las más representativas. Hablo de taekwondo, atletismo, waterpolo o natación sincronizada, cuyos deportistas han conseguido muchos éxitos y un gran reconocimiento internacional gracias, en gran medida, a nuestro método formativo.
¿Mantienen algún tipo de relación con sus ex deportistas?
En cuanto dejan de practicar el alto rendimiento ya pasan a otro escenario. Nosotros no nos ocupamos de su carrera deportiva, aunque sí que seguimos de cerca el momento de la retirada. Nos interesa saber cómo se enfrentan al final de su carrera deportiva para dar a nuestros deportistas más elementos para cuando sean ellos quienes deban encarar ese momento dentro de unos años.
Algunos de estos ex deportistas son ahora entrenadores en el centro.
Sí, es el caso del gimnasta Gervasio Deferr, que colabora en algunos entrenos de gimnasia acrobática, Gabi Esparza, que entrena en taekwondo, y Gemma Mengual, que colabora con el equipo de natación sincronizada. Otros, como el pertiguista Alberto Ruiz o el atleta Iván Rodríguez, también trabajan en otras áreas del centro, haciéndose cargo de las tutorías, el primero, y del departamento de Comunicación, el segundo.
Y en cuanto a instalaciones, ¿de cuáles se siente más orgulloso?
Del conjunto de todas ellas, aunque tenemos claro que existen más instalaciones como las nuestras e, incluso, mejores. Lo que sí marca la diferencia, y de lo que realmente nos sentimos orgullosos, es de los servicios que prestamos como centro, cuya calidad y excelencia refleja el bagaje acumulado a lo largo de estos 25 años de experiencia. Al final, el deporte representa una cultura que necesita unos deportistas y unos servicios que deben buscarse o crearse, desarrollarse, perfeccionarse y cuidarse para que tengan la máxima proyección posible.
¿Qué balance hace de la evolución de la cultura deportiva en nuestro país?
Aquí se vivió un antes y un después tras los Juegos Olímpicos de 1992. Antes se seguían deportes como el fútbol y poco más, pero desde entonces las familias han hecho del deporte un elemento que los une como espectadores pero también como practicantes, porque padres, madres e hijos han incorporado el ejercicio y la práctica deportiva a su día a día.
El CAR de Sant Cugat ha superado con éxito sus primeros 25 años. ¿Se atrevería a vaticinar cómo serán las próximas décadas?
El centro goza de muy buena salud porque partimos de un objetivo fundacional muy claro y muy concreto. Mientras esta premisa no varíe no correremos ningún riesgo. El deporte mueve a muchas personas en nuestro país. Por ejemplo, Cataluña ya cuenta con 10.000 clubes deportivos donde entrenan niños y niñas que el día de mañana, por qué no, podrían competir al más alto nivel. Y nosotros debemos mantener nuestra estructura para dar cabida a todos los deportistas que vendrán.
Entrevista en EADAView 24, abril 2014