Un estudio de Deloitte constata que, a nivel mundial, el porcentaje de inversores minoristas e institucionales que aplican principios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG) en al menos una cuarta parte de sus carteras aumentó del 48% en 2017 al 75%. en 2019. Además, este crecimiento seguirá siendo del 16% anual hasta alcanzar los 35 mil millones de dólares para 2025 solo en los EE. UU.
Otro estudio de Nielsen de 2019 destaca que un 73% de los consumidores globales están predispuestos a cambiar sus hábitos de consumo para reducir su impacto en el medio ambiente. Hay una tendencia al alza por parte de los consumidores de decantarse por aquellas marcas más respetuosas con el medio ambiente.
Este mayor compromiso hacia la sostenibilidad también lo vemos en la Unión Europea, que está impulsando y promoviendo comportamientos más sostenibles. Estos cambios se presentan en el marco climático y energético de 2030 e incluyen objetivos políticos clave como son:
● Reducción de un 40% de las emisiones de gases de efecto invernadero (desde los niveles de 1990), lo que permitirá a la UE avanzar hacia una economía climáticamente neutra.
● Un 32% de participación en energías renovables
● Un 32,5% de mejora en la eficiencia energética
Pero aún quedan muchas organizaciones que no ven la sostenibilidad como una prioridad en su estrategia de negocio. A esto cabría añadir la crisis de la Covid-19, que ha puesto esta cuestión en un segundo plano. Sin embargo, en este artículo me gustaría compartir algunas experiencias interesantes, acciones sostenibles que han implementado sin grandes costes y que pueden servir de guía para aquellas organizaciones que quieren liderar la transición hacia la innovación social.
Buenas prácticas sostenibles
Una de ellas es WWF, que ha desarrollado una herramienta práctica para empresas que buscan mejorar su impacto ambiental y comparar la huella actual de su empresa con respecto al sector. Por ejemplo, si una empresa crea un equipo para abordar la cuestión de la sostenibilidad, esta herramienta permitirá encontrar las mejores prácticas para definir el alcance, la estructura del equipo, reclutar miembros y seleccionar áreas prioritarias en las que trabajar.
Otro ejemplo es el de SDG Compassm, una herramienta que proporciona orientación a las empresas sobre cómo pueden alinear sus estrategias, así como medir y gestionar su contribución a la realización de objetivos de desarrollo sostenible.
También puede ser una buena opción la Brújula ODS, que sirve para detectar el problema más relevante para la empresa e identificar las herramientas que necesita para abordarlo de manera eficaz. Lo que permite es mapear su ecosistema para beneficiar no solo a la empresa y su cadena de suministro, sino también a todo el ecosistema del que depende su empresa.
Muy recomendable es también el mapeo de ecosistemas de Ashoka, otra organización que ayuda a impulsar la transición hacia prácticas más sostenibles. Además de ofrecer una amplia gama de informes y talleres online gratuitos, Ashoka ofrece un conjunto de herramientas muy válido para emprendedores sociales, más conocido como “kit de herramientas de inversión social”. Una de las secciones de este kit de herramientas está dedicada a los modelos comerciales. Si bien no es académico, la lista de posibles modelos de negocios que una empresa puede utilizar para lograr objetivos sociales es extensa y muy valiosa.
Empresas que crean valor
Una empresa puede tomar medidas para crear valor no solo para sí misma sino también para sus clientes, para su cadena de suministro y para el ecosistema en el que está insertada.
Un buen ejemplo es Patagonia, una empresa que crea valor para los clientes. A pesar del alto precio de sus productos, los clientes creen que lo que pagaron es más bajo que el valor real del artículo porque Patagonia está altamente comprometida en proteger el medio ambiente y entregar una prenda que durará el resto de su vida.
Otra organización que crea valor para el ecosistema es Specialisterne, una empresa innovadora social danesa que utiliza las características de las personas con trastornos del espectro autista como ventajas competitivas en el mercado empresarial debido a que pueden permanecer concentradas durante períodos de tiempo más largos y, por lo tanto, proporcionar una ventaja competitiva a la empresa que las emplea. ¿Cómo beneficia esto al ecosistema de Specialisterne? Las familias, que tradicionalmente estaban limitadas por un miembro de la familia con autismo, ahora están libres de la carga emocional y económica de vivir con una persona con discapacidad. Este es un increíble cambio de mentalidad con tremendas consecuencias en la calidad de vida de las familias de las personas dentro del espectro.
Si bien el mundo académico y el de los profesionales han crecido por separado, las empresas sociales ofrecen la oportunidad de que se reúnan para un objetivo más alto: encontrar una manera de estructurar una organización para el bien social. En este punto, me gustaría sugerir una forma creativa de integrar los dos enfoques complementarios a los modelos de negocio sostenibles: ¿por qué no combinamos los conocimientos del mundo de los profesionales y del mundo académico para ampliar el alcance de los conocimientos?
Por ejemplo, ¿qué pasaría si el modelo de compra de productos pudiera combinarse con un modelo de pago por servicio? El resultado sería que una organización como Fairphone, en lugar de comprar el teléfono, tal vez se podría alquilarlo. Al hacerlo, podría cumplir aún más con su objetivo al tener varias personas compartiendo el mismo teléfono, lo que reduciría el impacto del producto, y prolongaría aún más la vida útil del teléfono.
¿Y si el modelo de alquiler/compra se combinara con el modelo de apoyo al emprendedor? Podría dar como resultado que una organización como Angaza no solo ayude a vender productos de energía limpia, sino que al mismo tiempo ayude a capacitar a los posibles empresarios que viven en contextos de pobreza para desarrollar las habilidades para tener éxito.
Ser sostenible puede resultar muy caro a menos que hagamos un esfuerzo de creatividad e integración… en definitiva, los elementos clave de la gestión estratégica.
Post escrito por la Dra. Federica Massa Saluzzo, Directora del Master in Sustainable Business & Innovation y del Master en Innovación y Sostenibilidad Empresarial Online de EADA.