Cómo son las personas creativas
Franc Ponti,Profesor del Global Innovation Management Center de EADA
¿Crees que eres una persona creativa? Para comprobarlo, chequea hasta qué punto tienes muchas de estas características:
- Las personas creativas no tienen miedo. No temen ser juzgadas aunque sus ideas sean locas o atrevidas. Dicen lo que piensan sin problemas.
- Son provocativas. Sus ideas transgreden los límites de lo convencional. Van más allá de lo aceptado o aceptable, más allá de las fronteras.
- Son curiosas. Siempre quieren mejorar lo que ya existe. Siempre se plantean de qué manera algo podría ser distinto a como es. Les gusta reimaginar y reinventar los conceptos.
- No tienen miedo al ridículo. Juegan con las palabras, improvisan, se dejan llevar por su intuición. Ríen mucho (también de sí mismas).
- Tampoco temen el error. Aman equivocarse porque saben que solamente con el error conseguirán llegar a donde quieren.
- Experimentan, prueban y ensayan sin cesar. Saben que para encontrar la gran idea tienen que “ensuciarse las manos”, probar cosas que no funcionan y empezar otra vez.
- Conocen sus puntos fuertes. Saben en qué son muy buenas y viven en esa zona de excelencia permanentemente, aunque también saben ir, cuando es necesario, fuera de su zona de comodidad o confort.
- Son apasionadas, les gusta mucho lo que hacen. Se divierten intentando encontrar nuevos enfoques a las cosas o soluciones a los problemas.
- Saben trabajar en equipo. Saben que sus ideas mejoran cuando son compartidas por gente inteligente que sabe trabajar de forma colaborativa.
- Sonríen y son modestas. Saben que la creatividad no es ningún don genético ni divino sino una habilidad que se contruye todos los días a base de tesón e ilusión.
Si te has identificado con cinco o más de las anteriores características de las personas creativas, ¡felicidades! Probablemente vas por el buen camino para construir una personalidad creadora. Si no ha sido así, continúa insistiendo: elimina tus miedos, descubre tus fortalezas, aprende a colaborar, acostúmbrate a tolerar el error… ¡Suerte!