Modelo freelancer: ¿Crisis económica o cambio de paradigma?
La globalización, el auge de las nuevas tecnologías y la crisis económica ha comportado en los últimos años el cierre de muchas empresas por no poder soportar los costes fijos de una fuerza de trabajo interna. Las que han resistido se han dado cuenta de que necesitaban rebajar sus costes para concentrarse en su actividad de valor: la estrategia de negocio.
En este nuevo contexto surge la figura del freelance que, a diferencia de los autónomos tradicionales, son profesionales del conocimiento que aportan su talento a compañías que necesitan de su colaboración para cubrir necesidades puntuales. Pero, además, debido a la conjunción de todos estos factores, últimamente han emergido nuevas maneras de trabajar totalmente desconocidas por las empresas, dando lugar a un nuevo paradigma en las relaciones laborales.
Freelancer: Talento para las empresas
En torno a esta nueva realidad se refirió Maite Moreno, CEO y fundadora de Monday Happy Monday –consultora que propicia la externalización de servicios por parte de las empresas a partir de la figura del freelance– en la conferencia celebrada en EADA “El modelo freelancer: Nuevas formas de trabajar”.
Moreno empezó su ponencia explicando que “el movimiento freelancer surgió en los Estados Unidos a partir del boom de Internet y las nuevas tecnologías, lo que propició que muchas empresas empezaran a externalizar servicios y buscaran estos perfiles para proyectos concretos”. En su opinión, “la cultura colaborativa de Estados Unidos así como la flexibilidad laboral amparada por la ley favorecieron la aparición de la comunidad freelancer, en contra de lo que ha sucedido en los países de habla hispana donde este fenómeno es todavía incipiente y esta figura se asocia erróneamente a aquellos perfiles que no han sabido adaptarse a una corporación”.
Estamos viviendo la tercera revolución industrial porque el trabajo se basa cada vez más en el talento, principal factor diferencial entre las compañías
A pesar de ello, la experta afirmó que empieza a detectarse un cambio de tendencia pues, por ejemplo, entre 2000 y 2012 en España el modelo freelancer ha experimentado un crecimiento del 51%, eso sí, un porcentaje que dista de países como Holanda, que ha registrado un 93%. En su opinión, “estamos viviendo la tercera revolución industrial en el sentido que el trabajo se basa cada vez más en el talento que, a su vez, es el principal factor diferencial entre las empresas”.
En concreto, Moreno se refirió a dos tipos de freelancer. El primero es el que definió como colectivo millennial o generación Y, donde se engloban “profesionales de entre 27 y 30 años con unos valores y una manera de ver el mundo diferente de la generación anterior, que buscan unos vínculos con la empresa que difieren de la manera tradicional y a quienes les preocupa la flexibilidad y la usabilidad de su trabajo”. El segundo es el sénior, “que corresponde al profesional que ha salido del mercado laboral y ve en el modelo freelancer una oportunidad para volver al tejido empresarial a partir de colaboraciones esporádicas”.
Visibilidad y reputación online
Aparte de explicar el fenómeno freelancer y la conexión entre talento externo y empresa con un coste asequible y de forma flexible, Maite Moreno incidió en la necesidad de que estos perfiles den visibilidad a sus proyectos para poder ampliar sus colaboraciones en el futuro. Para ello, recomendó tener un portfolio donde se pueda consultar su currículum competencial, los proyectos en los que ha trabajado y donde además explique en qué se ha especializado, cuál es su valor diferencial y qué puede ofrecer al mercado. Este porfolio puede ser Linkedin o una simple web con WordPress, que se puede complementar con un blog donde pueda ejercer de líder de opinión en una materia. También aconsejó el uso de infografías y videos para conseguir más viralidad en la red.
Otro aspecto al que dio suma importancia fue al hecho de “gestionar nuestra reputación online, controlando los comentarios que puedan haber sobre nosotros en conversaciones online, foros, blogs o redes sociales”. En relación a esta cuestión, Moreno sugirió algunas medidas como “controlar la información que publiquemos en las redes, evitar comentarios ofensivos y temas sensibles, como los vinculados a religión o política, chequear lo que se hable de nosotros a través de alertas en buscadores y medir nuestra influencia en el entorno online”.
¿Cuánto cobro?
Por último, Maite Moreno abordó un asunto delicado por la coyuntura económica actual pero no por ello menos importante: definir cuánto se quiere ganar por proyecto realizado. Sobre este aspecto, insistió en que “el conocimiento tiene un precio y no hay que transigir cobrando muy poco o nada incluso”.
Moreno apuntó una serie de baremos a tener en cuenta para hacer una factura ajustada al trabajo realizado:
-Evaluar si lo que deseas ganar responde a lo que el mercado paga por este tipo de proyectos
-No trabajar por menos de lo que te hagan sentir cómodo
-Calcular el tiempo en horas que te llevará terminar el trabajo
-Incluir todos los gastos adicionales para desarrollar el proyecto, como pueden ser los desplazamientos
-Evaluar si necesitarás que otras personas te apoyen en el proyecto
Te adjuntamos la presentación que hizo Maite Moreno en EADA que incluye un vídeo que refleja cómo ha cambiado el entorno de trabajo en los últimos años:
http://prezi.com/wnzlphoirvdw/nuevas-maneras-de-trabajar-el-modelo-freelancer-eada/
Gracias por compartir este post. La realidad de lo freelance es complicada. No todo lo que reluce es oro, y aveces se generan frustraciones.