Cómo preparar un CV estratégico
Preparar un buen CV estratégico requiere un proceso de autoconocimiento y de análisis del mercado donde enfocarse. Así lo afirmó el EADA Careers Advisor Miquel Roselló en la sesión ‘Cómo preparar un CV estratégico’ donde asistieron Alumni y participantes actuales de los Executive Programmes en busca de nuevas oportunidades profesionales.
Para Roselló, el punto de partida de cualquier candidato es analizar su propuesta de valor. Para ello, deberá preguntarse cuál es su mercado empleador, por qué lo es –¿por su experiencia profesional o por sus conocimientos adquiridos?–, cuáles son sus principales fortalezas y debilidades y, sobre todo, qué competencias le hacen especialmente singular con respecto a otros candidatos. “Se trata de un ejercicio de reflexión personal, de introspección, que nos servirá para dar argumentos consistentes y tener más fluidez en una entrevista de trabajo”, señaló Roselló.
Una vez el/la candidata/a conoce sus competencias y tiene claro cuál es su mercado empleador, el siguiente paso es analizar bien este mercado. En este caso, las principales preguntas que debería plantearse son: cómo ha evolucionado este mercado, qué roles son los más demandados y cuáles son las próximas tendencias. Según el asesor de EADA Careers, “este análisis nos permitirá saber hacia dónde mira nuestro mercado y si por nuestra experiencia y conocimientos estamos fuera de este mercado o, por el contrario, tenemos oportunidades reales para dar un salto profesional”. De hecho, añadió, “esta reflexión deberíamos hacerla cada tres años, pues que tengamos un trabajo estable hoy en día no nos asegura que lo mantengamos a corto plazo debido, sobre todo, a la destrucción de puestos de trabajo, a la emergencia de nuevos roles y a las nuevas competencias que demandan las empresas del sector”.
Cada tres años deberíamos analizar nuestra propuesta de valor en relación con lo que demanda nuestro mercado empleador
Roselló puso un ejemplo de un perfil con estudios de ADE y con experiencia en el mundo de las finanzas que busca una nueva proyección laboral. En su opinión, “esta persona debería analizar cómo ha evolucionado el mercado de las finanzas, qué es lo que se demanda hoy en día a un director financiero, dónde tiene que poner el acento un director financiero en una organización –cómo conseguir recursos, financiación, etc.– y a qué se debe el auge de los controllers en las empresas y qué funciones asumen”. En base a esta investigación, añadió Roselló, “esta persona adaptará su CV a estas nuevas oportunidades que, al mismo tiempo, le servirá para argumentar en la entrevista que es el/la candidata/a que busca la empresa y que ésta tendrá un ROI a partir de su incorporación”. Eso sí, recomendó no enviar el mismo CV a diferentes puestos de trabajo, ya que no sólo muestra falta de interés por el puesto sino que además el reclutador se decantará por los CVs que se adecuén mejor a las competencias que se demandan para ese puesto concreto”.
La entrevista de empleo
Durante la sesión, Miquel Roselló dio varias claves para causar la mejor impresión en una entrevista de trabajo y tener opción a quedar finalista en un proceso de selección. Así, por ejemplo, les recomendó ser convincentes en sus argumentos. “Los reclutadores buscan líderes capaces de gestionar cualquier situación así como equipos multidisciplinares, por lo que valoran aquellos candidatos que se muestran seguros de sí mismos y con templanza”.
Del mismo modo, el asesor de EADA Careers insistió de nuevo en mostrarse honestos en una entrevista de trabajo: “No hay que explicar todas las debilidades pero sí se puede argumentar por ejemplo que al principio nos costaba gestionar equipos y que, a través de la experiencia en diferentes puestos de responsabilidad, hoy hemos aprendido a sacar lo mejor de cada persona y a cohesionar al equipo”. También aconsejó argumentar en una entrevista cómo el/la candidata/a ha llegado hasta ese momento actual, “pues los reclutadores valoran muy positivamente la progresión profesional y la asunción de nuevos retos y responsabilidades”.
En cuanto a las soft skills que más se tienen en cuenta en un proceso de selección destacan la flexibilidad, la orientación a resultados, el trabajo en equipo y la proactividad. A esto, Miquel añadió “la capacidad de tomar decisiones estratégicas aunque no se disponga de toda la información necesaria para acertar en el resultado”. Según dijo, “las empresas buscan cada vez más a mánagers capaces de cambiar el rumbo rápidamente en momentos críticos”.
Por último Roselló vio bien que los candidatos planteen abiertamente al reclutador las preguntas que tengan acerca del puesto de trabajo o de la empresa. Por ejemplo, si se trata de un puesto de nueva creación, está en su derecho de plantearle preguntas del tipo “¿qué se espera de mí?”, “¿cuál es la estrategia de negocio?” o “¿cuáles son los próximos mercados donde quieren estar?”. Si se trata de un puesto que ya existía le puede preguntar por las funciones que asumía la anterior persona y por las nuevas que deberá asumir él/ella. “Todas estas cuestiones demuestran que nos tomamos en serio el puesto de trabajo”. Pero, también “que nos estamos asegurando de que ese puesto encaja con lo que realmente buscamos, con los que nos motiva”.