Aina Oto, graduada del Executive MBA de EADA en 2022, es todo un ejemplo de la innovación disruptiva que enseñamos en las aulas y que resuelve problemas reales. El mismo año en que se graduó del master vio a la luz su proyecto empresarial OK Clinker, un portal de compraventa de materiales y herramientas para empresas del sector de la construcción mediante la digitalización del proceso de compra. Detectó junto a otro EADA Alumnus, Lluís Canals (graduado del Master en Dirección de Proyectos y Transformación Digital de EADA en 2021), la oportunidad de digitalizar las empresas constructoras a través de una solución que les permitiría mejorar la eficiencia de procesos y operaciones y ahorrar costes. En la siguiente entrevista, Aina nos explica el impacto que sigue teniendo el EMBA de EADA en su aventura empresarial.
¿Cómo surgió la idea de impulsar junto a Lluís Canals el proyecto Ok Clinker? ¿Siempre habías tenido la intención de crear tu propia empresa o surgió realizando el EMBA?
El proyecto OK Clinker nace de nuestra motivación compartida por optimizar procesos y simplificar operaciones. Con esta visión común y con más de 15 años de experiencia en el sector de la construcción, identificamos una oportunidad en el mercado. Nos dimos cuenta de que podíamos crear un producto y servicio único que resolviera de manera eficiente uno de los pains habituales en el desarrollo de proyectos de construcción.
¿La idea se gestó durante el Executive MBA de EADA?
Aunque el EMBA no fue el punto de partida de OK Clinker, sí que es cierto que ha tenido mucho que ver en el impulso del proyecto. La perspectiva adquirida durante el programa, el desarrollo de competencias y de pensamiento estratégico han sido muy valiosos para enfrentar los retos iniciales y hacer crecer el proyecto.
¿Por qué optaste por este sector y qué oportunidades de negocio detectaste a priori?
La ingeniería y la construcción me apasionan. En la ingeniería utilizamos la técnica para resolver problemas, y la innovación es un valor añadido que marca la diferencia. Por otro lado, en la construcción llevamos a la realidad proyectos que hasta ahora estaban en papel y que van a cambiar la vida de muchas personas, sobre todo a nivel de nuevas infraestructuras y equipamientos. Es un sector con una cultura tradicional y artesanal en el que los procesos tienen mucho recorrido de mejora. Es aquí donde vemos una oportunidad: identificamos una actividad en la que, mediante la digitalización, se pueden obtener ahorros económicos y de tiempo de poco valor. Nuestro objetivo principal es generar valor para las obras mediante una herramienta sencilla.
¿Qué es lo más difícil a la hora de emprender un negocio propio?
Iniciar un negocio plantea muchos desafíos. Para dar el primer paso y salir de mi zona de confort necesité una buena dosis de valentía. Cada uno de nosotros tiene sus propios desafíos internos, y no es fácil enfrentarte a la incertidumbre, a las expectativas y al compromiso. Emprender implica un nivel de dedicación y esfuerzo muy alto, y se necesita una determinación fuerte y una mentalidad resiliente para superar los obstáculos y buscar el camino. Sin embargo, la satisfacción de construir algo propio, de ver cómo nuestra visión se convierte en realidad, no tiene precio.
Es muy gratificante ver los frutos de ese trabajo, cada pequeño logro y éxito alcanzado es motivo de celebración. El emprendimiento me ha dado la oportunidad de aprender y crecer. Esta sensación de logro y realización me motiva para seguir adelante. Estoy preparada para afrontar cualquier reto que se presente en el camino.
¿Cómo es tu día a día en Ok Clinker?
El día a día como emprendedora es muy dinámico, debido a que somos un equipo pequeño. En esta etapa inicial el foco se centra en las ventas y el customer success, que toman un rol destacado en el crecimiento de OK Clinker. Dedicamos mucho tiempo a escuchar a nuestros clientes. Trabajamos con ellos para saber a qué le dan valor, porque esa es nuestra misión, y a partir de ahí definimos nuestras prioridades.
¿Qué conocimientos y competencias que adquiriste en el EMBA de EADA aplicas cada día?
El trabajo profundo y transformador que hicimos durante el master en todo lo relacionado con el desarrollo personal me ha proporcionado un mayor grado de autoconocimiento, algo fundamental para la gestión del día a día. Sin duda, comprender mis fortalezas, debilidades y valores me ayuda en la toma de decisiones. Además, entrenar habilidades de liderazgo y comunicación me ha permitido establecer relaciones sólidas y fomentar la colaboración y la confianza. Por otra parte, las competencias desarrolladas en el EMBA son la base para afrontar los desafíos de la empresa. Desde finanzas a negociación, estas competencias me permiten optimizar procesos internos, evaluar cuáles son los datos relevantes en cada caso y tomar decisiones a partir del análisis. A lo que añadiría el desarrollo de una mentalidad innovadora, pues el sector de la construcción sigue siendo muy tradicional y artesanal. La creatividad y la innovación nos permiten destacarnos en este mercado.
¿Por qué decidiste hace tres años realizar el EMBA de EADA? ¿En qué situación te encontrabas?
Después de muchos años trabajando en una empresa multinacional, participando en proyectos de gran envergadura y habiendo pasado ocho años expatriada, tenía la necesidad de crecer y ampliar mis horizontes. El EMBA de EADA fue una inversión orientada a potenciar mi carrera profesional. Una vez finalicé este programa, empecé a implicarme en proyectos innovadores que me motivaban y que aportaban valor real a la sociedad. En todo ese proceso, y gracias a la apertura de miras que me proporcionó el EMBA, aprendí maneras ágiles de trabajar. Además, me reunía con frecuencia con mi amigo y socio Lluís Canals, y hablábamos de proyectos que nos interesaban, compartíamos opiniones sobre empresas que estaban emergiendo, proyectos innovadores, … Es en ese momento que surgen las ideas: con la experiencia y una perspectiva amplia, sumando pasión, conocimientos y innovación. El EMBA me ha dado el impulso necesario para salir de una carrera plana y emprender en todos los sentidos.
¿Qué es lo que más valoras del EMBA de EADA?
De todo el contenido del programa EMBA, lo que más valoro es el enfoque profundo en el desarrollo del liderazgo. He vivido un proceso intenso de crecimiento personal, adquiriendo nuevas habilidades y perspectivas que me han llevado al siguiente nivel. Durante el EMBA, mi capacidad de liderazgo se fortaleció al reflexionar sobre mi estilo, identificar áreas de mejora y aprender estrategias efectivas. Compartir estos aprendizajes con mis compañeros de promoción enriqueció la experiencia, ya que con sus aportaciones ampliaban la perspectiva.
Este programa se basa en tres pilares básicos: sostenibilidad, liderazgo e innovación. ¿Cómo has integrado estos tres pilares en tu proyecto empresarial?
En el contexto actual estos tres pilares, sostenibilidad, liderazgo e innovación, representan los desafíos a los que nos enfrentamos como sociedad. Creo que EADA toma responsabilidad ante el reto actual y aporta valor alineado con su compromiso con la sociedad. Personalmente me siento muy identificada con estos valores y me impulsan a buscar un impacto positivo en mis iniciativas. En nuestra primera fase de nuestro proyecto integramos la sostenibilidad de forma implícita. Nuestro objetivo es continuar desarrollando nuevas acciones sostenibles de forma explícita en fases futuras, integrando un sistema circular de reutilización de materiales y herramientas al finalizar las construcciones.
¿Sigue siendo difícil actualmente ser mujer y directiva?
Mucho. He visto y vivido muchas experiencias como mujer en el sector de la construcción, y reconozco que el cambio de mentalidad en los últimos años ha sido muy significativo. Creo que se ha avanzado mucho en cuanto a respeto, pero estamos lejos de tener una igualdad de oportunidades y de proyección, porque la diferenciación reside en la cultura. Algunas de las grandes empresas han integrado políticas de igualdad en su estructura, aunque en muchos casos se trata de un “lavado de imagen” y a la práctica muchas de ellas se quedan en el papel.
¿Cómo te ves en los próximos 5-10 años?
El corto plazo me hace pensar en la construcción de una obra: tenemos los planos, los cálculos técnicos, la planificación temporal y económica. Hemos empezado por los cimientos y hemos construido la estructura. Esta es la parte más larga y menos vistosa, pero imprescindible. A continuación vienen los acabados, instalaciones, fachada, urbanización… Hay muchas actividades a desarrollar. Aunque las previsiones a largo plazo parecen ahora mismo una quimera, a 5 años me gustaría ver OK Clinker sólidamente implantada en España y abriendo mercado en otros países. Personalmente me veo enfocada en hacer crecer la propuesta de valor de la mano de nuestros clientes.