¿Cómo vive el mundo empresarial el impacto de la crisis de la Covid-19? ¿Hay motivos para el optimismo o, por el contrario, los directivos siguen viendo con escepticismo el futuro inmediato, lo que se ha denominado “la nueva normalidad”? Hemos formulado estas preguntas a algunos de los miembros del Patronato de la Fundación EADA, el organismo que dirige al Comité de Dirección de EADA y que está compuesto por directivos con una larga trayectoria en el mundo empresarial, académico y en el sector público.
Ninguno de ellos pone en duda la complejidad y excepcionalidad del momento. “La crisis generada por la Covid-19 es mucho más compleja que la crisis financiera de 2008 y el colapso de la burbuja puntocom de 2001”, asegura John Rigau, Vicepresidente y General Counsel en PepsiCo Western Europe. En su opinión, “la incertidumbre que ha provocado, su evolución y el impacto global escalonado hacen que esta crisis resulte más difícil de gestionar y de predecir sus consecuencias”. En la misma línea se expresa César Molins, CEO de AMES Group Sintering, para quien “el parón de la actividad económica durante el estado de alarma como única forma de frenar la pandemia tendrá consecuencias graves, no sólo para las empresas sino también para las personas más vulnerables, lo que ralentizará todavía más la recuperación”.
Jordi Pursals, presidente del Patronato de la Fundación EADA y CEO de PACCOR Iberia, coincide en que “la principal diferencia con las anteriores crisis es su impacto global”. Pursals considera que no afectará por igual a todos los sectores económicos: “Mientras sectores esenciales como los de salud, alimentación o suministros básicos saldrán beneficiados, otros, como los de turismo, comercio, ocio y energía se verán más perjudicados”.
En este sentido, John Rigau considera que “muchos sectores tendrán que reinventarse y reestructurarse para sobrevivir”. Y añade: “Sectores como el turismo, la hostelería, el ocio y el comercio tardarán mucho tiempo en remontar y se verán sometidos a fuertes presiones financieras. Otros sectores, como comercio online, tecnología y salud saldrán fortalecidos. En cualquier caso, todos ellos deberán adoptar soluciones innovadoras y creativas y retener el mejor talento para recuperarse pronto de esta situación”.
Más allá del impacto económico, esta crisis también ha puesto en evidencia que el liderazgo y la gestión del talento son, cada vez más, factores clave que determinarán la competitividad de las organizaciones. Para Marta Reynal-Querol, Research Professor en ICREA, Catedrática de Economía en la UPF y Directora de IPEG, “en momentos de crisis como el actual la falta de liderazgo supone un hándicap muy grande, pues marca la diferencia entre empresas e instituciones que son capaces de reinventarse y recuperarse pronto y las que se estancan y, probablemente, desaparezcan”.
En la misma línea se expresa Guayente Sanmartín, General Manager & Global Head of Large Format Printing en HP: “En esta crisis se ha evidenciado quién es un buen líder y quién no. Los buenos son todos aquellos que han antepuesto el bienestar de sus empleados al funcionamiento del negocio, los que les han dado apoyo e información casi diariamente de las decisiones adoptadas en base a los cambios que se han ido sucediendo. Los que les han hecho comprender que la recuperación no podría ser posible sin ellos. También son los que han puesto el foco en el negocio a corto plazo, identificando las necesidades más urgentes del momento pero también las que habrán en los próximos meses”.
Por último, Jordi Pursals hace referencia a los cambios positivos que han venido para quedarse: “En las primeras cinco semanas de confinamiento la reducción de la movilidad tuvo un impacto medioambiental muy positivo, con mejor calidad del aire y menos contaminación en mares y ríos. Además, esta crisis ha servido para fomentar la fórmula del teletrabajo, lo que ha permitido a muchas personas conciliar mejor su vida personal y profesional”. Pursals reconoce la necesidad de recuperar la actividad económica cuanto antes pero, asegura, “sin olvidar todo lo que hemos conseguido en estos meses”.
Por ello, hace un llamamiento al mundo empresarial para “apostar por el uso de las energías renovables, dedicar más recursos a la investigación y sanidad y trabajar más eficientemente para garantizar la conciliación de los empleados”.