Tiago Cardoso acabó el año pasado el Accelerate Leadership Program (ALP), una formación in company que EADA Corporate diseñó para que diferentes profesionales de GFT pudieran mejorar sus habilidades de liderazgo. Cardoso, que actualmente es Scrum Master, lleva más de 12 años en la compañía gestionando diversos proyectos y liderando equipos multiculturales. En la siguiente entrevista nos explica su experiencia al realizar el programa y cómo está aplicando en su día a día los conocimientos adquiridos.
Explícanos qué rol asumes en GFT y qué tipo de proyectos lideras?
Desde que empecé en GFT trabajo con y para un gran banco alemán. Actualmente, trabajo como Scrum Master para el proyecto que es referente dentro del banco en agilidad, con dos industry awards. Al tratarse de un proyecto que involucra a más de 200 personas de todo el mundo, dedico buena parte de mi tiempo a ayudar a distintos equipos a alinear mensajes, prioridades y tareas. Interactúo con personas que están desde Singapur (seis horas por delante) hasta Nueva York (seis horas por detrás), lo que implica poner en práctica las habilidades de negociación que aprendí con equipos internacionales. Debo procurar que la información fluya de la forma más eficaz posible para que estos equipos puedan progresar. Aparte, colaboro en diversas iniciativas internas de GFT: imparto formación, participo en estrategias y procesos internos y ayudo a personas de otros proyectos y de otras sedes.
¿Qué valoración haces del Accelerate Leadership Program de GFT?
Hay varios factores que hacen que este programa sea una gran oportunidad para cualquier profesional. Las clases sobre liderazgo y formación de equipos son un must have para cualquier perfil que tiene o aspira a una posición directiva. Desde el primer día, el programa te prepara en diversos aspectos del management: negociación, operaciones, ventas, marketing, finanzas, team building y entornos multiculturales. Además, es una oportunidad única para hacer networking con compañeros de otras sedes de GFT de toda Europa. Sin olvidar, por supuesto, el expertise de los profesores, que complementaban la teoría con casos prácticos que han vivido en sus organizaciones.
¿Qué impacto ha tenido el programa en tu posición en GFT?
Este programa me ha permitido afrontar cualquier situación compleja. En mi día a día surgen desafíos como los que abordamos en clase relacionados con las peculiaridades de cada proyecto, las negociaciones con equipos de cualquier parte del mundo y con las diferencias culturales. Tras finalizar el programa, he mejorado todas estas habilidades, estoy más preparado para dar respuesta al actual entorno volátil, incierto, complejo y ambiguo.
¿Puedes poner algún ejemplo?
Hay técnicas presentadas en el ALP que claramente me han ayudado en mi trabajo diario, como por ejemplo las técnicas de feedback (SARAH) o tener claro cuál es la mejor alternativa en caso de una negociación fallida (BATNA). También destacaría las clases sobre negociaciones en entornos multiculturales. Uno de los libros que leímos y que más me impactó fue The Culture Map, de Erin Meyer. Sólo por la lectura de este libro y por la clase de diversidad multicultural el ALP ya vale la pena.
¿Te has replanteado tu estilo de liderazgo tras realizar el curso?
Creo que cualquier profesional que realiza un programa de liderazgo se cuestiona su trabajo y analiza qué aspectos puede mejorar. De hecho, en el ALP hicimos un test cuyos resultados nos ayudaron a detectar nuestros puntos fuertes y débiles. Y eso es algo que no dejo de revisar para mejorar continuamente.
En tu opinión, ¿qué cualidades debe tener un/a líder?
Para mí la principal es la comunicación. Me doy cuenta de que hay muchos líderes que intentan continuamente imponer procesos y herramientas sin entender el contexto, el entorno de los equipos. Es fundamental que un/a líder sepa escuchar a su equipo, que entienda las funciones de cada uno de los miembros del equipo. Sólo así podrá ayudarles en sus retos y problemas que les surjan diariamente.
¿Qué te ha supuesto compartir aprendizaje con compañeros de otras delegaciones de GFT?
Creo que tener la oportunidad de estar con compañeros de otras delegaciones de GFT me ha ayudado a entender mejor áreas de la empresa que son fundamentales pero con las que apenas tenía contacto. Suele ocurrir en las empresas globales que cada delegación es como una isla de un gran archipiélago. Tener la oportunidad de explorar y conocer otras “islas” es algo que tiene un valor incalculable. Tras esta experiencia, me gustaría creer que el futuro liderazgo de GFT tendrá una visión más global y podrá sacar ventaja de las sinergias entre distintas sedes, lo que nos permitirá ser más eficientes y eficaces.
¿Qué crees que es lo que falta para que los directivos lideren la transformación digital de la compañía? ¿Qué es lo que falla a la hora de asumir este desafío?
La transformación digital está en marcha, pero no se está efectuando a la velocidad que muchos esperan. En relación a la respuesta anterior, creo que GFT tiene que reforzar los “puentes” entre las distintas islas que comentaba, que son las distintas unidades. Pero, al mismo tiempo, no debe ser demasiado rígida para poder permitir la transformación. Es algo extrapolable a cualquier organización global que quiere asumir el desafío de la digitalización.
Ahora que has finalizado el programa, ¿cuáles son los próximos retos que te has marcado?
El reto principal pasa por implicarme más en el crecimiento internacional de GFT. El programa de EADA me ha permitido tener un amplio conocimiento de todas las áreas de la empresa, conociendo a las personas que lideran otros proyectos. Ahora estoy más capacitado para ayudarles a conseguir sus objetivos, a ir todos en la misma dirección para mejorar la experiencia del cliente. Espero en los próximos años poder aportar todavía más valor en todas las áreas, más allá de la de delivery. Me gustaría poner en práctica todo el conocimiento y los contactos que he obtenido en el ALP, sea con posiciones de mayor exposición dentro de delivery o aportando valor en otras áreas más internas, como trainings, que a mí me encantan. Y, si fuera posible, participar en nuevas ediciones del programa de EADA para refrescar conocimientos y para reencontrarme con los amigos que hice en Collbató.