¿Te has parado a pensar qué es lo que te genera malestar emocional? ¿Cuáles son tus pensamientos más perturbadores? ¿Cuándo se activaron? Es posible que te hayas acostumbrado a esta situación sin plantearte todas estas cuestiones. Si es así, no te preocupes, puedes superarlo cambiando estos pensamientos por otros más positivos e identificando directrices para aliviar tu rumiación. Este término, muy utilizado en coaching, hace referencia a una manera de expresar un pensamiento intrusivo y nocivo como es el de “entrar en bucle” respecto a alguna cosa o suceso que nos acontece.
La vida es mucho más simple de lo que imaginamos. Nos ofuscamos en cosas que empiezan siendo una preocupación y acaban convirtiéndose en una auténtica perturbación mental que nos invade en nuestro día a día y que afecta a nuestro estado anímico general. Así que ya puedes empezar a reflexionar sobre cómo afrontas tu día a día, cómo reaccionas ante las adversidades que van surgiendo en tu vida.
Coaching para cambiar pensamientos negativos
La manera de enfocar e integrar nuestra realidad cotidiana guarda mucha relación con los pensamientos, es decir, lo que nos decimos acerca de esa realidad y las conductas o comportamientos que establecemos acerca de la misma. En la mayoría de ocasiones, la rigidez de nuestros pensamientos es lo que provoca nuestro malestar vital, nuestra inestabilidad emocional y una manera de actuar que suele ser poco acertada e, incluso, inadecuada.
Por ello, identificar algunos de estos pensamientos que se transforman en exigencias es clave para aliviar tu malestar, esa rumiación de la que hablábamos. A través de un entrenamiento y de la metodología del coaching podemos restablecer nuestro circuito disfuncional o poco efectivo en la consecución de las metas profesionales o retos que nos planteemos. En concreto, podremos identificar las trampas o patrones de pensamiento que tenemos establecidos desde nuestra infancia. Sin duda, son los responsables de la manera en que sentimos, actuamos y nos relacionamos con los demás.
Los patrones que más se repiten y que más trabajamos en las sesiones de coaching son:
1. Dependencia: Es la necesidad de depender de los demás para realizar cualquier acción. Digamos que necesitas de una muleta para sostenerse.
2. Vulnerabilidad: Es cuando se vive con el temor de que va a ocurrir una desgracia o desastre en cualquier momento. Aquí se trabaja la excesiva sobreprotección y/o seguridad así como los temores asociados a una situación de vulnerabilidad.
3. Abandono: Hace referencia a la idea de que nos puedan dejar aquellas personas a las cuales queremos. Esto hace que nos aferremos en exceso a ellas.
4. Imperfección: Cuando sientes internamente que eres imperfecto y defectuoso, un patrón muy vinculado a los problemas de autoestima.
5. Fracaso: Cuando te comparas con otras personas y te sientes un/a fracasado/a. También tiene relación con la autoestima.
Nuevo Postgrado en Coaching Ejecutivo de EADA
Todos estos aspectos los trabajaremos en el Postgrado en Coaching Ejecutivo de EADA. Este programa te entrenará para ser coach ejecutivo y te permitirá vivir tu propio proceso de apertura de conciencia hacia la modificación y cambio de creencias en primera persona. También identificarás tu propio potencial incorporando los beneficios del coaching, podrás gestionar la complejidad a través de una mirada distinta y consiguiendo resultados extraordinarios y, no menos importante, ser una palanca de cambio en las organizaciones a través de la disciplina del coaching.
Post escrito por Carme Gil, directora del Postgrado en Coaching Ejecutivo de EADA.