La economía circular es una oportunidad de oro que no hay que echar a perder, como ya se viene diciendo desde hace años en el World Economic Forum en Davos. El pasado mes de enero, todos los sabios concentrados en la ciudad suiza volvieron a insistir en la necesidad de producir bienes y servicios reduciendo el impacto medioambiental y aprovechando recursos naturales. Volvieron a debatir acerca de problemáticas como el consumo excesivo, la degradación ambiental o las desigualdades sociales. Una vez más, abogaron por modelos sostenibles de producción y consumo, basados en la durabilidad en lugar de valores y hábitos de usar y tirar.
De esta manera, el consumidor se convierte en usuario en lugar de propietario de productos, pagando por el servicio en lugar de por el producto. Los productores se centran en productos que son duraderos y que son eficientes en recursos, porque esto les permite maximizar sus ganancias sin tener que cobrarle al consumidor por hacerlo.
En este nuevo paradigma surgen múltiples oportunidades de negocio. Sólo hay que pensar de forma creativa en la gestión de los flujos de re-uso, reparación, re-montaje y reciclaje. Empresas tan importantes como Siemens, Cisco, o Johnson & Johnson se han convertido en este sentido en los más ecoeficientes de su sector, según constata el estudio de J. Frishammar y V. Parida Circular Business Model Transformation:, A roadmap for incumbent firms.
Pero no sólo nos tenemos que referir a empresas tan consolidadas sino también a empresas de reciente creación, que ya han demostrado que este cambio de paradigma es posible. Algunos buenos ejemplos son World Centric (food packaging), EcoAlf (moda), Biobean (energía y química) o Fairphone (electrónica).
A esto cabría añadir las que se enmarcan en lo que se conoce por sharing economy, donde encontramos ejemplos como Airbnb, Uber o Avancar (sustituido por Drivy en Barcelona). Todas ellas han demostrado que hay mucho valor que se puede captar y mucho coste que se puede bajar mediante un modelo de negocio circular.
Cataluña y, sobre todo, Barcelona, se han erigido en los últimos años como un importante referente en economía circular, pues cuenta con un observatorio y una plataforma consolidada. El gobierno balear ya cuenta con una ley que prohibirá los plásticos de un sólo uso a partir del 2021.
Desde EADA también aportamos nuestro grano de arena con el EADA Trend Lab Una transición acelerada hacia una economía circular. Es una formación de 5 sesiones donde se identificarán oportunidades de negocio teniendo en cuenta las interacciones de la empresa fiscal con su red de stakeholders –legisladores, clientes, proveedores, banca y la sociedad en general–.
El programa de EADA, que empieza el próximo 6 de mayo, permitirá tener un conocimiento conceptual y holístico de la economía circular, identificar posibilidades reales de implantar la economía circular en la propia empresa y formular un plan de acción teniendo en cuenta a todos los stakeholders.
Post escrito por Desirée Knoppen, directora del Departamento Académico de Marketing, Operaciones y Supply de EADA.
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