EADA Executive MBA: Testimonial de Marc Tarragó, director de Exportación para Europa de Miguel Torres S.A.
Los participantes del Executive MBA de EADA escogen este programa para dar un giro a su carrera profesional y para asumir retos más ambiciosos. Este es el caso de Marc Tarragó, que en 2007 optó por este programa, considerado el master de masters, para retarse a sí mismo y seguir creciendo. Tras graduarse consiguió hacer realidad su sueño de entrar en Miguel Torres S.A., una empresa de referencia en el sector vinícola, donde actualmente es director de Exportación para Europa.
¿Por qué decidiste hacer un Executive MBA en 2007?
En ese momento tenía 35 años y era responsable de canal en Henkel –Ecolab para España y Portugal. Contaba con una amplia experiencia en el área Comercial y de Marketing, estando siempre en primera línea de batalla. Pensé que era el momento adecuado para seguir creciendo profesionalmente y ampliar mis conocimientos en otras áreas de la empresa. Pero, sobre todo, quería poner nombre a muchos problemas que tenía que lidiar a diario. Sin duda, la decisión fue muy meditada. Pero al final di el paso y opté por el Executive MBA de EADA por su metodología de aprendizaje learning by doing, por el temario, profesorado y posibilidades de networking. Fue una decisión muy acertada que cambió por completo mi futuro profesional.
Hice el Executive MBA de EADA para poner nombre a muchos problemas que tenía que lidiar a diario
¿Cómo fue la experiencia durante los dos años del programa?
Lo cierto es que disfruté mucho durante esa etapa. Cada día aprendía cosas nuevas sobre Estrategia, Finanzas, Marketing, Operaciones, Recursos Humanos… También fue muy enriquecedor y motivante trabajar con distintos perfiles de compañeros, la mayoría muy alejados de mi entorno del gran consumo. Pero destacaría principalmente dos aspectos en los cuales radica el valor diferencial de EADA. El primero es trabajar el método del caso en todas las asignaturas, lo que te permite entrenar y estructurar tu mente para afrontar cualquier situación compleja, analizar todas las posibles opciones y dar con la mejor solución de manera rápida. El segundo punto destacable son los módulos de habilidades directivas que ponemos en práctica en el Collbató Residential Training Campus. Recuerdo que eran sesiones que nos llevaban al límite, que nos exponían ante el resto de compañeros sacando lo mejor y lo peor de nuestra personalidad.
¿En qué medida el asesoramiento que recibiste de EADA Careers te abrió las puertas a Miguel Torres S.A.?
Las recomendaciones que me dieron los asesores de EADA Careers fueron decisivas para dar el salto a una gran empresa como Torres. Primero, me ayudaron a redactar un CV competitivo. También me ayudaron a ampliar mi red de contactos y a hacer networking. A esto añadiría las sesiones de coaching con Nuria Aymerich, quien me hizo escribir las 10 empresas donde me gustaría trabajar. La primera de la lista era Torres porque siempre la había tenido como una empresa de referencia en el sector de gran consumo. Una empresa familiar pero global, con grandes valores, que siempre había admirado y, encima, del sector vinícola, que era y sigue siendo mi pasión. Buscamos la forma de llegar a esta empresa y tras dos años preparándome para ello surgió la oportunidad de empezar como responsable de Grandes Cuentas en On Trade (Horeca). Aquí me responsabilizaba del área de Negocio con grandes cadenas de restauración, hoteles, aeropuertos y duty free de España.
Explícanos, por favor, cómo saltaste al puesto actual de director de Exportación para Europa.
Tras tres años asumiendo ese rol me ofrecieron la posibilidad de dirigir esta área de Exportación, un puesto de nueva creación que surgió después de una reorganización del departamento. Europa es actualmente donde vendemos aproximadamente el 70% de nuestras exportaciones de vino, lo que supone una gran responsabilidad y un gran reto para mí.
¿Cuáles son tus principales tareas en este nuevo rol?
Gestiono un equipo de personas muy heterogéneo, de diversas nacionalidades. De hecho, en cada mercado tenemos un distribuidor, normalmente en exclusividad, y un Area Manager de Torres que gestiona las relaciones con el distribuidor y los clientes, el posicionamiento de marca, el presupuesto de Marketing y las gestiones con clientes directos e indirectos. También coordino la organización de eventos, catas, ferias o las visitas de miembros de la familia Torres a los mercados. Además, me encargo personalmente del desarrollo de algunos de los mercados más importantes para Torres, como son Holanda y Reino Unido, donde no sólo tenemos distribuidores sino también relaciones directas con grandes cadenas.
¿Cuál crees que es tu principal reto desde esta posición de responsabilidad en Torres?
El gran reto es alinear la estrategia global de la bodega con las particularidades de cada mercado. Que seamos capaces de llevarlo a cabo es la tarea más importante. Aparte, la orientación a resultados es esencial, pero lo es más cómo conseguimos los objetivos. El valor y el prestigio de la marca tienen que ser siempre una prioridad.
¿Es más difícil exportar a Europa en el actual contexto sociopolítico (Brexit, Trump, emergencia de los países asiáticos, populismos, etc.)?
Yo creo que en los últimos 10 años ha sido difícil, pues cada año hemos tenido mercados cambiantes. La ventaja de trabajar en Torres es que se trata de una empresa exportadora desde hace cinco generaciones que ha conseguido crear una marca global, muy consolidada y referente a nivel mundial. En estos últimos años hemos visto que en mercados como Rusia, donde habíamos tenido un gran crecimiento, hemos perdido un 40% de nuestro negocio en sólo un año. En cambio, y paralelamente, en otros, como es el caso de Polonia, hemos crecido un 30%. Del mismo modo, en mercados tan maduros y competitivos como Alemania, Dinamarca, países nórdicos o Reino Unido, estamos creciendo a buen ritmo gracias al lanzamiento de nuevos productos, a cambios de enfoque o al hecho de aprovechar nuevas oportunidades.
El contexto actual exige estrategias a largo plazo bien definidas, alto nivel de ambición y adaptación constante a los cambios
¿Cuál es la clave para destacar en este entorno de excesiva volatilidad y competitividad?
En mi opinión una estrategia a largo plazo bien definida unida a un alto nivel de ambición y a la capacidad de adaptarse a los diferentes mercados y escenarios será la clave del éxito de cualquier empresa que quiera exportar. En nuestro caso estamos alerta a todos los cambios pero con una estrategia muy sólida, con una gran marca avalada por una calidad de producto altísima y con una visión de futuro clara.
¿Qué tipo de liderazgo propones?
Creo que escoger a los perfiles adecuados para cada puesto es esencial. Dicho esto, yo defiendo un liderazgo flexible que permita a cada persona ser responsable de su área y trabajar con autonomía, pero siempre alienada con la estrategia global de la empresa. Aparte, me gusta crear entornos de trabajo agradables. Pienso que ser exigente no tiene por qué estar reñido con un entorno amable. Soy una persona muy pasional e intento que el equipo se contagie y se apasione en cada proyecto, generando nuevas ideas e iniciativas que aporten valor a la marca. A mí me gusta hablar siempre de marca personal, pues trabajamos para que cada miembro del equipo desarrolle tareas que le puedan proyectar en el futuro.
¿Cuáles son tus próximos retos?
El principal es poder conciliar la alta exigencia de mi trabajo con mi vida personal. Me gusta disfrutar de la compañía de mi familia y amigos. Valoro cuando tengo tiempo libre y veo a mis hijos jugar al baloncesto, hago deporte o me tomo una copa de vino con mi pareja. Las largas jornadas de trabajo así como la cantidad de días que paso fuera de casa hacen muy difícil esta conciliación. Desde un punto de vista profesional, mi reto más inmediato es continuar mejorando nuestra imagen de marca en Europa y, por supuesto, la cuenta de resultados, tanto a nivel de ingresos como de beneficios.