Dra. Nuria Oliver: “Los datos tienen limitaciones y pueden comportar decisiones discriminatorias”
El pasado mes de enero, en el marco del Imagine IoT, los estudiantes de EADA junto al resto de dreamers de esta edición del Imagine asistieron a una conferencia muy interesante impartida por una de las personas que más al día está de las últimas tendencias en mobile. Se trata de la Dra. Nuria Oliver, Chief Data Scientist en Data-Pop Alliance y directora de Investigación en Ciencias de Datos en Vodafone. Su ponencia se tituló igual que el artículo ‘El móvil muda de piel’ que publicó en El País en 2015 y que se convirtió en uno de los artículos de tecnología más leídos ese año. En la siguiente entrevista reflexionamos con Nuria acerca de la proliferación de wearables, la interacción verbal y cerebral con nuestros dispositivos móviles y su papel en la redefinición de quiénes somos como especie.
¿Cuáles son las tendencias tecnológicas que van a marcar el futuro del móvil?
En mi opinión hay ocho tendencias que están transformando y/o tienen el potencial de transformar significativamente el teléfono móvil tal y como lo conocemos hoy:
- Gafas de realidad aumentada y virtual (head mounted displays), una opción tecnológica que nos liberará de la esclavitud de tener que mirar hacia abajo a una pantalla pequeña
- Proliferación de wearables para medir un sinfín de señales de actividad y fisiológicas
- La posibilidad de documentar la vida 24/7 y analizarla con lo que se conoce como laboratorios en un chip (chips implantables o secuenciadores de ADN humano de pequeño tamaño)
- El movimiento de la auto-cuantificacion (quantified self) y el reto de mover de cuantificarnos a entendernos
- El retorno de la voz como modalidad para interactuar con el móvil
- Las posibilidades de la interaccion multisensorial (con tacto, gusto, olor…por que limitarnos a texto?) y la llegada de la comunicación de cerebro a cerebro
- Avances exponenciales en inteligencia artificial y el desarrollo de asistentes personales en nuestros móviles que nos observen, nos entiendan y nos ayuden
- El concepto del móvil como “sensor de humanidad” que nos permite, por primera vez desde que existimos, validar teorías sociales con datos y, también, explorar el valor que las cantidades ingentes de datos (Big Data) que existen hoy en dia tienen para ayudarnos a tomar mejores decisiones ante una pandemia, un desastre natural, etc…
¿Qué impacto está teniendo esta transformación del sector mobile en todos nosotros?
Todo se transforma, nuestras necesidades, habilidades, emociones y, también, nuestra percepción del mundo y de los demás. Debemos reflexionar sobre cómo podemos aprovechar esta tecnología para tener impacto positivo en nuestra vida, tanto desde un punto de vista individual como colectivo, y hacer un uso consciente de la misma.
En alguna entrevista has dicho que el móvil desaparecerá. Parece imposible teniendo en cuenta la dependencia que tenemos hoy en día de estos dispositivos.
Efectivamente, no podemos vivir sin nuestro móvil y un alto porcentaje de la población sufre nomofobia (fobia a no saber dónde está tu móvil y/o a no tener tu móvil contigo). Al mismo tiempo, el móvil es un dispositivo muy nuevo con poco más de 30 años. Teniendo en cuenta los avances tecnológicos que se están produciendo, incluyendo los descritos anteriormente, no tiene sentido pensar que el móvil, tal y como lo conocemos hoy, va a perpetuarse en el tiempo.
Los móviles son pequeños ordenadores potentes que suplen numerosas necesidades, incluyendo la comunicación con otras personas
¿Por qué los móviles tienen tanta importancia en nuestras vidas?
Los móviles son en realidad pequeños ordenadores potentes, con sensores (cámaras, micrófonos, acelerómetros, sensores de luz, etc…) que nos ofrecen un sinfín de servicios y suplen numerosas necesidades, incluyendo la comunicación con otras personas usando la voz, el vídeo, el texto, las redes sociales, etc., el acceso a Internet, el entretenimiento (vídeos, videojuegos, música…), la productividad (email, lectura y edición de documentos, …). Por su pequeño tamaño y por estar conectados, se han convertido en nuestro más fiel compañero, pues pasamos más tiempo juntos que con otra persona, animal u objeto en nuestra vida.
¿La comunicación a distancia es la principal limitación del dispositivo móvil?
La comunicación humana mediada por la tecnología efectivamente es limitada, sobre todo si la comparamos con la comunicación cara a cara o si tenemos en cuenta que gran parte de nuestra comunicación en la distancia es a través de mensajes de texto. Uno de los retos de la comunicación en la distancia mediada por la tecnología es poder enriquecerla para incluir los aspectos no verbales que se pierden (el tono de voz, las expresiones faciales, los gestos, la distancia corporal, etc…) y que juegan un papel fundamental en nuestras relaciones sociales. Muchos de nosotros podemos recordar algún ejemplo en el que hemos tenido un malentendido con alguna persona porque un mensaje de texto o email que hemos enviado ha sido interpretado de manera errónea. Para disminuir esta brecha entre la comunicación cara a cara y la comunicación usando tecnología, podríamos incorporar una imagen de la persona con quien hablamos en 3D, el sentido del tacto, del olor o incluso del gusto en la comunicación en la distancia.
Podríamos mantener una comunicación multisensorial a distancia a través del olor, tacto o sabor
Parece una película de ciencia ficción. ¿Nos puedes poner algún ejemplo actual?
Destacaría el trabajo del profesor Adrian Cheok, de City University en Londres, que ha desarrollado proyectos de investigación para poder comunicarse utilizando el olor, el tacto y el sabor.
Has dicho en alguna ocasión que la desaparición progresiva de los móviles –tal como los entendemos hoy en día- será paralela a un mayor protagonismo de lo que conocemos como Internet of Things. ¿Por qué tiene este campo tanto potencial?
IoT significa Internet of Things, es decir, la red que surge cuando tenemos millones y millones de objetos (coches, electrodomésticos, sensores de las ciudades,…) conectados. Según un informe de Gartner Research se estima que en 2020 habrá 20.000 millones de objetos conectados. Muchas de estas soluciones estarán relacionadas con las ciudades inteligentes, pues cada vez podrán medir mejor los niveles de polución, tráfico o posibles incidencias y reaccionar en consecuencia.
En 2020 habrá 20.000 millones de objetos conectados
¿Será el campo de la salud y del bienestar en el que los wereables tendrán más potencial?
Los wearables tienen un gran potencial en el contexto de la salud, el bienestar y el deporte. Uno de los retos al que nos enfrentamos como especie es el envejecimiento de la población y la prevalencia cada vez mayor de enfermedades crónicas. Normalmente estas enfermedades requieren una monitorización periódica de la persona –por ejemplo, controlar los niveles de azúcar en la sangre cuando hay diabetes–. Esta monitorización ya es posible en muchos casos gracias al uso de wearables. Desde hace decenas de años somos capaces de implantar tecnología en nuestro cuerpo para suplir una función deficiente o no existente, como es el caso de los marcapasos o los implantes cocleares. Conforme se produce una miniaturización de este tipo de dispositivos y conforme aumentamos nuestro conocimiento sobre el funcionamiento del cuerpo humano, podremos desarrollar cada vez un abanico más amplio de dispositivos implantables de muy pequeño tamaño que nos permitirán recuperar facultades perdidas o no existentes.
En relación a la revolución que supuso el Big Data, ¿por qué motivos no hay que confundir los datos con información y conocimiento?
Siempre digo que los datos, por sí solos, si no somos capaces de analizarlos, entenderlos y extraer conocimiento, son basura digital. Cada vez más empresas, gobiernos e instituciones de toda índole están desarrollando sus capacidades para analizar los datos que sean relevantes para los problemas que quieren abordar, las preguntas que quieren contestar o las oportunidades de negocio que quieren desarrollar. A medida que evolucionamos hacia una sociedad donde muchas de las decisiones son tomadas por algoritmos que han sido entrenados con datos, tenemos que ser conscientes también de las limitaciones de los datos que utilizamos, de potenciales sesgos que pueda haber y que puedan llevar a la toma de decisiones discriminatorias. Recientemente he colaborado en un artículo científico sobre este tema titulado La Tirania de los Datos.
Los datos, si no los analizamos, entendemos y extraer conocimiento, son basura digital
¿Hay algo que no se pueda medir hoy en día?
Afortunadamente, hay muchas cosas que no podemos medir todavía. Además, me gustaría dejar bien claro que medir es un primer paso, necesario pero no suficiente. Una vez hemos medido, lo más difícil es entender e interpretar aquello que hemos medido. Desde un punto de vista humano, las experiencias subjetivas son muy difíciles de medir salvo a través de lo que se conoce como self-reporting, es decir, preguntando a la persona, ya que cada uno de nosotros experimentamos la realidad de manera distinta –la autoconciencia, la felicidad, las ideas…–.
Hablamos de procesos cada vez más automatizados, de personas que van siendo sustituidas por máquinas. ¿Qué consecuencias positivas y negativas comportará esta tendencia?
Este es un tema muy debatido en los últimos meses. Según progresamos en nuestra capacidad para desarrollar maquinas inteligentes y conforme los algoritmos nos superan en más tareas, efectivamente surge la pregunta de qué tareas asumiremos los humanos. Pero también es cierto que esta transformación de las profesiones ha sido históricamente paralela a la aparición de nuevos avances tecnológicos. Hoy en día hay profesiones que no existían hace 10 años –como expertos en optimización de búsquedas de Internet, científicos de datos, fabricantes de drones, etc…–. Del mismo modo, algunas profesiones han desaparecido, como las de telefonista o lamparero. Afortunadamente hoy en día podemos usar robots o drones para realizar trabajos que serían muy peligrosos para los humanos –como explorar terrenos inhóspitos–. Así que no todo es negativo, obviamente.
De todas estas tendencias de futuro, ¿cuál es la que me te asombra?
Hay algunas tendencias que tienen un inmenso potencial para mejorar la calidad de vida de las personas, como la capacidad de interpretar y estimular de manera no invasiva el cerebro –lo cual permite a personas con algún miembro amputado poder mover miembros prostéticos con el pensamiento–. Hay también tecnologías que están en un estadio temprano pero que tienen un gran potencial para cambiar de paradigma tecnológico, como la informática cuántica. La tecnología tiene un impacto positivo en nuestras vidas y en la sociedad en su conjunto.