Utilizar las nuevas tecnologías como ventaja competitiva y motor de innovación en la empresa sigue siendo la asignatura pendiente de muchos directivos. Y es que son ellos los que deben liderar la digitalización de la organización, no tanto el departamento TIC o de Marketing.
El BBVA pagó en 2015 indemnizaciones millonarias para relevar a gran parte de la cúpula directiva por otros perfiles que pudieran liderar la transformación digital de la entidad. El presidente del banco, Francisco González, entendió que no podían ser pioneros en su sector con directivos “analógicos”, sin competencias digitales. Se trata de un caso excepcional, pues todavía hay muchas organizaciones que no afrontan el reto de la transformación digital porque no lo ven como una ventaja competitiva. Esto no ha hecho más que aumentar la brecha entre las empresas que asumen el reto y, por tanto, marcan la diferencia, y las que no lo hacen y, directamente, desaparecen. Prueba de ello es que en la última década la cuestión de la transformación digital se ha llevado por delante a más del 50% de las empresas del ‘Fortune 500’.
Estrategia, cultura y personas
Según Lluís Rosés, director del Master Ejecutivo en Dirección de Operaciones de EADA y responsable del diseño y ejecución de los programas de digitalización directiva, la transformación digital de las empresas se debe abordar desde tres perspectivas. La primera es definir la estrategia digital, “que debe liderar la dirección de la compañía y tiene que saber transmitir a toda la organización”. Uno de los errores más comunes actualmente es ceder el liderazgo de este ámbito a las áreas de Marketing y TIC, perdiendo así la perspectiva global necesaria para la transformación.
En segundo lugar, la transformación digital supone un cambio cultural en la organización. Se trata de mejorar los procesos de trabajo y de fomentar la colaboración y el trabajo en red a través de los nuevos recursos digitales. Para ello, considera Rosés, “es imprescindible que los directivos fomenten esta cultura digital alineando objetivos, aplanando estructuras y aportando una visión estratégica e innovadora”.
Pero el conocimiento digital no es suficiente, hay que pasar a la acción. De ahí que el tercer vértice lo constituyan las personas de la empresa, “que deben cocrear interna y externamente proyectos de disrupción del negocio usando los recursos digitales”, apunta el profesor de EADA.
Todos los miembros de una organización deben ser capaces de romper el techo de cristal de su entorno más cercano e impactar en la organización y en la sociedad
Habilidades digitales para liderar empresas
El último estudio anual elaborado por EADA sobre el nivel directivo digital constata que los mánagers suspenden en orientación al cliente, tienen graves carencias a la hora de definir una estrategia digital y encuentran serias dificultades para impulsar transformaciones más allá de su entorno más cercano. Ante esta situación, Lluís Rosés asegura que “nuestras organizaciones están condenadas a la desaparición o a estar en un segundo plano en esta nueva realidad fuertemente digitalizada, limitándose a observar cómo otras empresas digitalizadas sacan ventaja competitiva”.
Para solucionar este gap entre necesidad de transformación y habilidades digitales, EADA ha diseñado una formación para empresas basada en tres enfoques.
- El primero es el estudio de las habilidades digitales directivas que se requieren hoy en día, clasificadas en seis familias: productividad y seguridad, liderazgo y comunicación, prestigio y relevancia, conocimiento y aprendizaje, creatividad e innovación, compromiso y bienestar.
- El segundo foco es un informe personalizado que evalúa el conocimiento digital del directivo, con recomendaciones prácticas y metodologías que lleven a la acción.
- Por último, se incluye una formación específica para gestionar la transformación digital de una empresa que incluye desde un programa de choque de alfabetización digital directiva hasta un programa de ocho semanas de cambio digital, pasando por un programa de actualización de directivos de 12 horas –Business Innovation Program–.