Dr. David Roman: “El Marketing móvil es necesario para cualquier estrategia de captación y fidelización”
Es un hecho que los consumidores están cambiando cada vez más sus antiguos celulares por teléfonos inteligentes, con funcionalidades que ofrecen nuevas posibilidades a éstos. Algunas encuestas demuestran que los usuarios están enamorados de sus smartphones, llegando incluso a afirmar que es su posesión más preciada. Esta alta penetración provoca que los dispositivos se puedan convertir en un canal óptimo para comunicar con los clientes. La pregunta es: ¿Son verdaderamente efectivos? Y, en caso de que lo sean, ¿cómo pueden las empresas aprovechar al máximo sus funcionalidades?
Definida como la revolución móvil, estos dispositivos están cambiando la manera en que nos relacionamos socialmente y también nuestros comportamientos, ofreciendo una serie de claras ventajas en determinadas fases de un proceso promocional.
A este hecho, se añade el que las personas cada vez estamos más acostumbradas a recibir ofertas, tanto de captación, para probar un nuevo producto, como parte de la política de fidelización de una firma concreta. Las promociones forman parte habitual del marketing, por lo que los directivos se toman cada vez más en serio este tema.
Segmentación, inmediatez y monitorización
Uno de los puntos clave de mejora en la política comercial que utiliza teléfonos inteligentes es la gran capacidad de segmentación, al ser unos dispositivos muy poco compartidos, muy personales, que aumentan notablemente la seguridad en llegar a la persona deseada, frente a otros medios de comunicación en los que no se controla completamente el receptor final del mensaje. También los teléfonos inteligentes permiten realizar segmentaciones por geolocalización en tiempo real, factor único de estos dispositivos frente a otros canales.
La inmediatez con las que se abren los mensajes que llegan al consumidor en estos dispositivos también es un factor a destacar, que permite a las empresas poder realizar acciones de marketing casi en tiempo real, dónde se controla el momento de impacto de ésta, factor básico para conseguir buenos resultados en una acción comercial
Recoger la promoción en un dispositivo que llevamos siempre encima aumenta también la redención de una campaña. De esta manera, el consumidor no tiene que estar pendiente de llevar encima los cupones descuento en formato físico, facilitando así procesos que complican el aprovechamiento de una oferta, como la posterior impresión de un descuento enviado a través de Internet, por ejemplo.
Al poder monitorizar fácilmente las acciones comerciales, los teléfonos inteligentes proporcionan datos concretos de los pasos de la campaña, contrastando su atractivo para los consumidores. También permiten analizar los pasos menos exitosos y obtener datos que ayudan a un mayor control de la acción comercial realizada. Del mismo modo, las empresas tienen actualmente la posibilidad de aprender de los factores de éxito mucho más fácilmente que en el mundo offline.
Mejorar la eficacia de la estrategia de comunicación
Con todo lo mencionado, se puede concluir que los smartphones ofrecen múltiples posibilidades de mejora de la actividad promocional en las empresas, y no sólo por sus posibilidades técnicas sino también por sus resultados. Varios estudios de campañas reales en las que se han utilizado los teléfonos inteligentes han demostrado que los resultados superan entre 5 y 8 veces los conseguidos por campañas similares a través de otros soportes de comunicación.
Sin duda, todas las organizaciones, empresas, especialmente en aquellas ancladas en políticas “tradicionales” de marketing, tienen una gran oportunidad para innovar en sus estrategias a través de los dispositivos móviles. Para ello, deben asumir el reto de la transformación digital utilizando los sistemas de información adecuados, depurando las bases de datos, recogiendo permisos de consumidores que minimicen la intromisión y analizando continuamente los resultados obtenidos para mejorar, acción tras acción, la eficacia de la comunicación de la organización.