Recuperar el camino empresarial y personal: ¿de quién depende?

Carme Gil es directora del Programa de Desarrollo Directivo de EADA y del Coaching Center de EADA.

No siempre somos capaces de tener la claridad para emprender un camino o simplemente recuperarlo.
Sin duda alguna una buena manera para dar un primer paso es empezar por algunas rutinas que me permitan ver e ir más allá del actual nivel de resultados en el que me encuentro.

¿Disfruto del proceso? Aquí reside la clave para saber si el camino me satisface o todo lo contrario, me produce más insatisfacción pese a alcanzar los resultados que los demás me solicitan.

Hermann Hesse siempre se presentó como un buscador, como un hombre que quería ahondar en la existencia humana, en el sentido de la vida, y en las profundidades del alma. Uno de sus valores radica precisamente en que tiene plena vigencia en el actual siglo XXl . Siddhartha representa el símbolo del camino entre la sabiduría y la ignorancia de los seres humanos, nos muestra aquellos seres que han sabido elegir el camino de la vida, de la existencia humana, del conocimiento, de saber interpretar el significado de la vida sin juzgarse ni reprocharse, escuchándose y escuchando a los demás. También están los que prefieren un camino de acumular honores y bienes; en el caso del mundo de las organizaciones serían aquellos directivos que ostentan títulos, sin el conocimiento necesario, sólo saben “obedecer ciegamente” a lo que el poder dictamina. Dicho acto les comporta engrosar su parcela del codicioso “tesoro” que es el poder. Poder tóxico que engendra organizaciones poco saludables. Contaminando al resto del sistema organizacional y olvidándose por las cosas que realmente merecen la pena luchar en una organización: superar los miedos, las limitaciones y los sueños que hacen generar una ilusión en pro de una inteligencia colectiva de las personas que conforman el preciado tesoro de cualquier organización.

Nuestro sabio Siddhartha comparte:

“Merece la pena profundizar en un camino que debilita el cuerpo y mente”.

Desde esta reflexión podemos plantearnos a nosotros mismos: ¿Tiene sentido para mí el camino en el que estoy? ¿Le confiere el significado para mí actual realidad?

Una buena manera para dar un primer paso para recuperar nuestro camino perdido es crear un ciclo de rutinas que nos ayudarán a volver a restablecerlo:

Rutina de recuperar las sensaciones

Detenernos y tomar conciencia estar atentos a lo que nos está sucediendo en nuestro entorno y saber parar para poder seguir es un ejercicio clave si queremos desafiarnos y reconducirnos en nuestro camino.

William James (1842-1910) “La capacidad de traer de vuelta de forma voluntaria una atención errante, una y otra vez, es la base del discernimiento, del carácter y la voluntad. Nadie es dueño de sí mismo si no la tiene”.

Sin duda alguna forjar nuestro camino es la clave para poder capturar el presente, en el que queremos completarnos, sentirnos satisfechos, en armonía y con nuestro espacio arte.

Rutina del espacio Arte

Otro aspecto importante es conectar con espacios de soledad personal, me refiero a ese espacio de tranquilidad y serenidad con nosotros mismos; espacio que nos propicia conectar con nuestra creatividad. Sin duda nos permitirá aprender un peldaño más hacia nuestro crecimiento personal y profesional.

Si nos damos permiso para confiar en nuestro mundo artístico interior, veremos más allá de la trampa de los resultados actuales, que tenemos talentos por aflorar y que los tenemos secuestrados por falta de atención hacia un cambio de registro nuevo. Seguro que nos están aguardando cosas distintas y mucho más conectadas a lo que deseamos, en definitiva. Daniel Golleman en su libro Focus habla de desarrollar la atención para alcanzar la excelencia.

Estoy convencida que no somos conscientes del empobrecimiento de nuestra atención y los efectos que conlleva, por no ejercitarla y entrenarla.

En definitiva nuestro mundo interior nos permitirá abrir y conocer nuestro peregrino para decidir el camino que queremos emprender o recuperar.

Robert Motherwell nos dice:

“En el proceso de hacer, lo que está haciendo, uno tropezará con lo que no podía hacer por uno mismo”

Todos podemos recuperar o iniciar un camino para transitarlo solo depende de apagar nuestro automático.