Se reabre el debate sobre el desarrollo y los precios de los fármacos genéricos y biosimilares
Los medicamentos genéricos y biosimilares centraron la charla que tuvieron hace unos días Juan Carlos Serra, director del Master en Marketing Farmacéutico de EADA, y Enrique Ordieres, presidente de Cinfa, uno de los principales laboratorios farmacéuticos del país.
Se trata de dos mercados diferentes que siguen dando mucho de hablar. Los genéricos son fármacos que tienen la misma composición cualitativa y cuantitativa en principios activos que un medicamento de referencia –también denominado medicamento de marca o innovador–. A pesar de las dudas que siguen generando estos fármacos, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) ha garantizado que tienen la misma calidad, eficacia y seguridad que los originales. Por otra parte, los biosimilares son medicamentos biológicos, es decir, contienen uno o más principios activos sintetizados o derivados de una fuente biológica, como pueden ser fluidos, tejido humano o microorganismos. La insulina o los anticuerpos monoclonales son tan solo algunos ejemplos. Los biosimilares tienen un coste muy superior al de los genéricos y se desarrollan de acuerdo a los estrictos requisitos exigidos por la Agencia europea del Medicamento (EMA).
Precisamente, el coste de estos fármacos y el precio que pagan los usuarios acaparó buena parte de la conversación. El caso más ilustrativo es el de los genéricos, muchos de los cuales cuestan al público menos de 1 euro y, en cambio, para la industria farmacéutica representa un coste superior. “Es algo indigno para un producto con alto valor y que son para tratamientos de un mes”, afirmó Ordieres. Y añadió: “No tiene sentido que estos fármacos cuesten igual que las chucherías”. Por este motivo, coincidió con Serra en que “deberían tener un precio mínimo más elevado, pues incluso los usuarios desconfían de estos medicamentos con un precio tan bajo”. Incluso, según apuntó, “esto dificulta la producción de estos fármacos en nuestro país, lo que favorece que provengan cada vez más de los países de la Europa del Este”. Por tanto, “es una reflexión más amplia que va más allá de lo que puedan ahorrar los pacientes”.
En cuanto a los biosimilares el debate gira en torno a la complejidad de su desarrollo, sobre todo porque los laboratorios afrontan más riesgos, y a su elevado coste –entre 120 y 150 millones de euros–. Sin embargo, el presidente de Cinfa abogó por seguir avanzando en el desarrollo de estos medicamentos “porque son muy adecuados para patologías que antes no tenían tratamiento”. En su opinión, “los biosimilares están permitiendo a muchos pacientes tener una mayor calidad de vida, por lo que hay que primar la accesibilidad a estos tratamientos”. De hecho, Cinfa tiene en fase clínica el primero de sus biosimilares.
En el siguiente video puedes ver una selección de los mejores momentos de la conversación que mantuvieron en EADA Juan Carlos Serra y Enrique Ordieres: