BUSINESS ANGELS: INVERTIR EN START-UPS
A pesar de la crisis, el crecimiento de empresas innovadoras en nuestro país es imparable. En la mayoría de casos se trata de start-ups, compañías de creciente creación con un riesgo elevado que, gracias a un modelo de negocio escalable, tienen un gran potencial de crecimiento.
Uno de los factores clave que explica el auge de esta tipología de empresas son los Business Angels (BA), inversores que apuestan por una iniciativa emprendedora aportando capital, experiencia y contactos. Aunque es indudable el impacto de la inversión de los BA en nuestra economía –57,9 millones de euros de inversión de BA en España en 2011, siendo Catalunya la comunidad que lidera el número de operaciones y el volumen de inversión–, también es cierto que esta figura no siempre hace el ejercicio de análisis necesario antes de invertir en operaciones de este tipo, lo que incrementa el riesgo de pérdida de la inversión.
ERRORES DE LOS BUSINESS ANGELS
De todo ello habló hace unos días en EADA Manuel Matés, uno de los principales expertos en BA, con más de 17 años evaluando y asesorando a numerosos inversores, emprendedores y empresarios en fase start-ups o en crecimiento procedentes de diferentes sectores. Lo hizo en la jornada titulada Business Angels en la creación de empresas innovadoras, organizada por el Centro de Emprendedores de EADA y Necotium, con el apoyo del Ministerio de Industria, Turismo y Comercio.
La crisis genera muchas oportunidades para emprender, pero hay que buscarlas y seguir una metodología
Uno de los errores más comunes que señaló Matés es la falta de criterio a la hora de invertir: “Muchos inversores se han involucrado en sectores que desconocen, como ocurre actualmente con muchas iniciativas vinculadas a Internet, y sin formación sobre cuestiones básicas como la evaluación de riesgos, ciclo de financiación o retorno de la inversión, entre otras”. En su opinión, “la crisis genera muchas oportunidades para emprender pero hay que saber buscarlas y seguir una metodología”. Por ejemplo, según afirmó, “a partir de un estudio que realizamos en 2011 hemos detectado 180 negocios rentables, una cifra que aunque parezca considerable no lo es, pues en el mercado puede haber un total de 600, lo que demuestra lo importante que es detectar a los winner emprendedores”.
Es necesario evaluar el potencial de crecimiento de una empresa y su escalabilidad, pues quizás hay mercado pero no es el mejor momento para invertir porque no hay garantías de retorno de inversión
Por este motivo, uno de los consejos que dio Manuel Matés fue el de evaluar el potencial de crecimiento y su escalabilidad: “Quizás tenemos mercado –big market– pero puede que ahora no sea el mejor momento para invertir porque no está claro que el mercado esté preparado para nuestro producto y haya un retorno de inversión”. Este aspecto es muy importante “porque la compañía debe crecer lo suficiente para que se dé este retorno”.
Otro error habitual es confundir un BA con el propietario de la empresa. Según Matés, “se cree equivocadamente que el inversor, por poner el capital en una organización, es el dueño de la organización, y no es así, pues el máximo responsable debe ser el emprendedor”. Y es que “cuando el inversor tenga una amplia cartera de inversiones no podrá dirigir todas las empresas en las que esté”, apuntó.
Aparte, Manuel Matés despejó dudas sobre una de las cuestiones principales que se formulan los BA: cuándo y cuánto invertir. Afirmó que “normalmente se invierte en compañías que están en fases iniciales, tras un proceso de 4-6 meses de análisis, evaluación, negociación y entrada de la inversión”. En cuanto a la cantidad, Matés recomendó invertir en varios proyectos para disminuir el riesgo: “Alguien que invierte medio millón de euros en sólo dos proyectos asume un riesgo muy elevado y tiene muchas posibilidades de fracasar”.
Hay que evitar concentrar toda la inversión en un sólo proyecto, porque aumenta el riesgo y disminuye las posibilidades de recuperar el capital aportado
A todos estos consejos, el experto en BA aportó dos más. El primero, invertir en grupo –ya sea como una red de BA o como un grupo de BA–, “porque se implica en todo el proyecto de inversión y puede compartir más experiencias con otros perfiles con los mismos intereses”. El otro consejo es “no dejarse llevar por el buen rollo que haya con el emprendedor, es necesario que el inversor firme con éste un pacto de accionistas que incluya un seguro de responsabilidad civil para los consejeros de la empresa”.