La semana pasada el Gobierno anunció una tarifa plana de 100 euros mensuales en las cotizaciones sociales como medida para impulsar la creación de empleo indefinido y reducir la tasa de paro. La medida, que tiene carácter retroactivo desde el pasado 25 de febrero, afecta a todas las empresas y autónomos que contraten trabajadores indefinidos. Se podrán beneficiar los dos primeros años de la bonificación siempre que creen empleo nuevo, es decir, que aumenten sus plantillas.
Además, la cotización a pagar por la empresa variará en función del horario laboral: 100 euros si la jornada es completa, 75 euros cuando se trabaje al menos el 75% de la jornada y 50 euros para los nuevos contratados a media jornada. Por su parte, el trabajador tendrá la seguridad de que en tres años la empresa que opte por esta bonificación no le va a despedir.
REVISIÓN DE LA GESTIÓN SALARIAL
De todo ello habló Jordi Costa, director de los programas de Administración de Personal, Relaciones Laborales Estratégicas y Compensación Integral de EADA, en el Taller de Alternativas salariales a la crisis: un enfoque práctico celebrado la semana pasada. Según explicó, “la iniciativa del Gobierno es buena pero insuficiente, ya que se limita a las nuevas contrataciones durante un periodo limitado de dos años”. En su opinión, “sería necesaria una reducción general de las cuotas a la seguridad social, ya que son muy elevadas y, en consecuencia, incrementan los costes laborales de las empresas”.
Ante la crisis y la falta de flexibilidad normativa, muchas empresas han optado por el despido de los trabajadores. En cambio, una mejor gestión salarial, basada en la retribución variable, especie y en la compensación no económica, es una buena alternativa al despido
Por otro lado, Costa cargó contra las empresas que ante la crisis y la falta de flexibilidad normativa han optado por la solución más traumática: el despido de trabajadores y su alistamiento en las listas del paro. Sin embargo, considera que una mejor gestión salarial de las empresas, fundamentada en la retribución variable, la retribución en especie y la compensación no económica, es una alternativa al despido. En su opinión, “la retribución fija crece sin cesar al aplicar un porcentaje anual sobre la masa salarial acumulativamente incrementada, mientras que la retribución variable, sobre todo la autofinanciada derivada de un incremento de beneficios o de indicadores cuantitativos, permite un mayor equilibrio del budget salarial, además de orientar a los trabajadores a conseguir resultados”.
En cuanto a la retribución en especie, el profesor de EADA afirmó que “tiene indudables ventajas fiscales en algunos productos –tickets restaurante, seguros médicos, guarderías…– así como un ahorro económico derivado del poder de negociación de las empresas que los trabajadores no tienen”.
En conclusión, Jordi Costa transmitió a los asistentes “la necesidad de cambiar el paradigma retributivo basado en la rigidez y en el salario fijo a otro más flexible que atienda las necesidades de las empresas y de los trabajadores y en el que exista un equilibrio entre retribución fija, variable y extrasalarial”.
Considero que es fundamental flexibilizar más las jornadas y permitir un reparto irregular de la jornada más amplio que el actual.